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Viernes, 16 de Enero de 2009

La gran voz poética del Romanticismo

El próximo sábado, gratis con el diario, un CD con la música de Franz Schubert

PÚBLICO ·16/01/2009 - 22:36h

Los trabajos de Franz Schubert son un puente entre el Clasicismo y el Romanticismo del siglo XIX.

Huyó de la influencia de Ludwig van Beethoven –su talento creció a la sombra del alemán, a quien admiraba– y forjó un estilo propio que acentuó lo subjetivo y lo poético. La segunda entrega de Los Grandes compositores de la música clásica está dedicada al compositor austríaco Franz Schubert (1797-1828), cuyos trabajos instrumentales son un puente entre el Clasicismo y el Romanticismo del siglo XIX.

Las primeras obras del compositor –escribió la mayoría de sus mejores obras antes de los 20 años– seguían los patrones de Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn, pero las acompañó de nuevas sonoridades, y una riqueza armónica y melódica propias. Desde que comenzó a componer, Schubert se esforzó por escapar de los patrones preestablecidos.

Hoy está considerado el último gran representante del estilo clásico y el primer compositor en manifestar una subjetividad y un lirismo inconfundiblemente románticos en su música. Se rodeó de intelectuales y llevó una vida bohemia, alejada de los salones y de la etiqueta nobiliaria. Sin embargo, tuvo un fin demasiado temprano: murió joven, a los 31 años, víctima de una sífilis que se complicó por una fiebre tifoidea.

Más de un siglo de música

Los 22 CD que componen Las Grandes composiciones de la música clásica resumen dos siglos de música y dan cuenta de corrientes culturales como el Barroco, con las polifonías musicales propias de Johann Sebastian Bach o el Romanticismo. Pero también atestiguan el éxito de tesis ideológicas de gran calado en Europa, como el nacionalismo.

Las obras cumbre de Satie, Bizet, Mendelson, Tchaikovski, Rossini, Wagner, Brahms, Dvorak, Berlioz, Delibes, Mozart, Haydn, Bach, Chopin, Puccini, Schumann, Bordoin, Rimsky-Kórsakov y Grieg se sumarán a la producción de Schubert para engrosar una colección plagada de momentos geniales que han alimentado otras artes, como el cine o el videoarte.