La otra cara de Soraya
El PP consideró en su día "frívolo" un reportaje de las ministras socialistas en ‘Vogue’, pero ahora Sáenz de Santamaría realiza un posado artístico

El Mundo - Soraya Sáez de Santamaría, en la portada de 'El Mundo'.
Hace poco más de cuatro años, el PP se llevaba las manos a la cabeza al descubrir que las ministras de Rodríguez Zapatero ocupaban, vestidas con ropa de firma, la portada de la revista Vogue. Ahora, la pelota está en el tejado de Mariano Rajoy. Él, que en agosto de 2004 se preguntaba cómo era posible que mientras el petróleo subía las ministras de Rodríguez Zapatero hicieran “el ridículo”, tuvo que desayunar ayer con una fotografía artística de su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, en la portada de un periódico nacional.
La portavoz de los conservadores en la Cámara Baja aparecía en una fotografía en blanco y negro en la primera página del diario El Mundo descalza, sentada sobre el suelo con un vaporoso vestido negro de fiesta. Sólo un avance de la entrevista “insólita” que será publicada mañana.
Actitud contradictoria
“Frívolo”, “poco ejemplarizante y de corte machista” y “ostentoso” fueron algunos de los calificativos con los que diferentes cargos conservadores bautizaron las páginas del reportaje de Vogue.
Incluso el Grupo Parlamentario Popular, del que Sáenz de Santamaría es hoy portavoz, estudió pedir la comparecencia de las ministras tras el posado. Esta actitud contrasta con la exhibida ayer por varios cargos conservadores.
“No hace daño a nadie”, comentaba uno de sus compañeros de filas. “¿Es que el PP no puede tener gente a la que le guste vestirse bien o tiene que ser la imagen de la carcunda y la rigidez?”, se preguntaba el diputado Gustavo de Arístegui. Este cree, además, que la instantánea de la portavoz de su grupo da la imagen de un PP “nuevo, diferente”.
“Diferencias fundamentales”
De Arístegui coincide con otros compañeros de partido, como Santiago Abascal, en que este episodio no es extrapolable al de la revista Vogue. “Hay una diferencia fundamental. El de las ministras tuvo como escenario La Moncloa y se hizo con vestidos de alta calidad, pieles... Se trata de matices estéticos objetivamente valorables”, añade Abascal. “El reportaje de las ministras hablaba de la opulencia del poder. Este habla de Soraya como mujer”, explica otro de sus compañeros de filas.
Fuentes del partido insisten en que el carácter de la entrevista es “totalmente personal, nada político”
Fuentes del partido insisten en que el carácter de la entrevista es “totalmente personal, nada político”, por lo que “nadie se planteó que fuera a ocupar la portada de un periódico”. Y aclaran que las quejas del PP contra la fotografía de las ministras de Zapatero fueron porque el reportaje se planteó en términos políticos. Explican que no les encajaba que una de las primeras actuaciones del primer Gobierno paritario fuera la de protagonizar la portada de una revista de moda.
Es precisamente el hecho de que sea su portavoz la que haya ocupado la portada de un periódico con este posado lo que preocupa a algunos de sus compañeros de filas. “Es someterse a una presentación que no tiene nada que ver con el papel y la labor de un político con independencia de su sexo”, se lamentaba un diputado. Otro parlamentario criticaba que la fotografía “no se corresponde ni con la nueva ni con la vieja imagen del PP. Simplemente hace un flaco favor a la presencia de la mujer en la política”. De la cúpula del PP sólo se pronunció ayer la secretaria general. María Dolores de Cospedal mantuvo que se trataba de “una fotografía en un periódico”.
La propia Sáenz de Santamaría no pudo evitar ser cuestionada sobre la instantánea. En una rueda de prensa ofrecida en Barcelona se limitó a repetir que se trata de una entrevista “personal” y “atípica”, informa Pau Cortina. En este sentido, recordó que su emplazamiento es “un dominical, y a eso tiene que circunscribirse”.Desde el Partido Socialista, su secretaria de Organización, Leire Pajín, consideró que las “mofas” sobre Soraya Sáenz de Santamaría “huelen a rancio”.