"Yo no nací con 'El método Gronhölm'"
La inglesa Tamzin Townsend estrena en el Teatro Lara Días de vino y rosas

Townsend, tras las bambalinas del Teatro Lara. M. PATXOT
A Tamzin Townsend no le gusta que le hablen de suerte. No cree en las loterías ni en los cuentos de hadas almibarados. A pesar de haber encajado éxito tras éxito con El método Gronhölm, Gorda, Carnaval, En la cama o Un dios salvaje, ella está hecha de otra pasta. Se nota cuando habla, encadenando tacos en castellano con su cómico acento inglés, pero sobre todo cuando dirige, donde convierte todo en pura acción. Y si hay que repetir la escena 20 veces, se hace.
"Tienes que empujar para que venga la suerte", afirma desde uno de los palcos del teatro Lara de Madrid, donde el viernes estrena Días de vino y rosas, de J.P Miller. Ella empezó a empujar en la Barcelona de los 90, donde llamó a las puertas de todas las compañías importantes de la ciudad: "Tenía 23 años y tal falta de complejos que me atreví a llamar a Boadella con mi pésimo castellano. Si no lo hubiera hecho, no estaría aquí", explica.
Es por ello que a Townsend le disgusta que se hable de su irrupción a partir de El método Gronhölm, la obra de Jordi Galcerán que se convirtió en un taquillazo en 2004. "Yo no nací con El método, ya había hecho muchas cosas antes en Barcelona", sostiene.
En 1992 triunfó con Bones Festas, y Palabras encadenadas y Closer le sirvieron de catapulta para un público general. Con Gorda (2006), de Neil La Bute, Townsend se instaló en Madrid. Un nuevo empujón que la llevó a dirigir Días de vino y rosas, texto de J.P Miller sobre una pareja destruida por el alcohol que interpretan Carmelo Gómez y Silvia Abascal.
Ácida y con "mala hostia"
La directora, que no ha querido partir de la película que dirigió Blake Edwards en 1962 "demasiados personajes para una obra de teatro", se encuentra cómoda en este tipo de pseudocomedias ácidas y "con mala hostia" en torno a una de las sociedades más imperfectas: la pareja. "Desde pequeña he sido muy cotilla y me ha gustado saber por qué dos no se hablaban. Además, ahora es un momento complicado para las mujeres. Trabajamos 15 horas y luego en casa se nos exige todo. Estamos agotadas", conviene.
El terremoto Townsend no tiene previsto parar. Pronto comenzará a trabajar en Fugadas, con María Galiana y Rosario Pardo, que se estrenará en marzo. Y para el Festival de Mérida prepara El pleito. Aunque aún tiene una espinita guardada: dirigir un musical. "Es lo que más me gusta. Estoy enamorada de Mamma Mía!. Me gustaría ser es su directora, Phyllida Lloyd", zanja entre risas.