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Miércoles, 14 de Enero de 2009

Los ecologistas quieren frenar Heathrow

Greenpeace compra una parcela en la tercera pista y la vende a 10.000 particulares

LOURDES GÓMEZ ·14/01/2009 - 21:41h

AFP - Pintadas de Greenpeace en lo que será la tercera pista del aeropuerto londinense de Heathrow.

"Nuestro clima. Nuestra tierra". La consigna se extiende, en grandes letras blancas, entre la hierba de una explanada de Sipson, un pequeño pueblo al oeste de Londres. Cubre parte de las instalaciones de la futura tercera pista de Heathrow. Y representa un claro desafío al propietario del aeropuerto, Ferrovial. Un reto de la actriz Emma Thompson y miles de personas más que han adquirido una parcela ubicada en el centro neurálgico del polémico plan de expansión de Heathrow. A cada uno de ellos deberá enfrentarse, por vía judicial , la empresa de la familia Del Pino.

Greenpeace introdujo esta semana un nuevo giro en la enconada protesta contra el proyecto de Ferrovial. Con la pintada aún fresca, la organización ecologista desveló que había comprado media hectárea de terreno en Sipson, cuyas 700 residencias y locales comerciales están condenados a desaparecer con la construcción de la tercera pista y sexta terminal de Heathrow. La operación fue posible con una donación de 25.000 euros.

El terreno se ha dividido en parcelas pequeñas y su propiedad se puso en venta. Más de 10.000 personas han aceptado la oferta de Greenpeace. Todos ellos batallarán judicialmente la orden oficial de desalojo y se opondrán al plan de Ferrovial. El colectivo de propietarios tiene pocas probabilidades de cantar victoria, pero conseguirá retrasar los planes de expansión del principal aeropuerto británico y tercero mundial por tráfico.

La oposición a la tercera pista se ha intensificado esta semana ante la prevista luz verde por parte del Gobierno de Gordon Brown al proyecto de Ferrovial. La decisión se esperaba en diciembre, una vez estudiados los resultados de una consulta pública y una investigación de los efectos medioambientales del aumento de número de vuelos que conlleva la nueva terminal.

Pero divisiones internas en el Ejecutivo laborista han demorado su anuncio hasta finales de mes. Los ministros de Cambio Climático y Medio Ambiente tienen reservas sobre el proyecto y medio centenar de diputados laboristas quieren condicionar la autorización a estrictos controles en emisiones de óxido de nitrato y contaminación sonora. Los dos partidos de la oposición son contrarios a la expansión junto con las autoridades municipales del oeste de Londres y el alcalde de la ciudad, el conservador Boris Johnson.

Los ecologistas advierten de que no se cumplirán la reducción de emisiones de CO2 en un 50% para 2050 y que el ampliado aeropuerto será la mayor fuente de emisiones del país, con 27 millones de toneladas al año.

Beneficios ‘versus' impacto ambiental
Heathrow funciona al 99,7% de su capacidad máxima. Su operador, BAA, sostiene que la expansión es necesaria para evitar que el tráfico internacional emigre a los aeropuertos de París y Amsterdam. La nueva pista aumentará los actuales 440.000 vuelos anuales hasta un total máximo en torno a 700.000. "La tercera pista solo saldrá adelante si se cumplen estrictos límites medioambientales", alega el director de BAA, Colin Mathhews.

Gordon Brown ha prometido equilibrar los beneficios económicos y los riesgos ambientales en las condiciones que se impongan a Ferrovial para proceder con la expansión. El proyecto, con un presupuesto próximo a los 9.000 millones de euros, cuenta con el apoyo de empresarios y sindicatos. El ampliado aeropuerto aportará unos 5.000 millones de euros y generará 65.000 puestos de trabajo.