El artista que engañó a la UE con su obra pide perdón y justifica su embuste
David Cerny asegura que quería comprobar con su "sátira política incorrecta" si Europa "es capaz de reirse de sí misma"

OLIVIER HOSLET/EFE - Vista general de la instalación "Entropa", representativa de varios países de la Unión Europea, situada en el atrio de la sede del Consejo Europeo de Bruselas, Bélgica.
El artista David Cerny, que engañó a la presidencia checa de turno de la UE con un montaje para decorar la sede del Consejo en Bruselas, ha pedido disculpas y ha explicado que quería comprobar "si Europa es capaz de reirse de sí misma".
Cerny, que se inventó 26 nombres ficticios de artistas europeos que supuestamente habían colaborado con él en la creación de la obra, ha asegurado que sabía que toda la verdad saldría a la luz.
La intención inicial era trabajar con un miembro de cada país de la UE, pero la falta de tiempo y restricciones económicas le decidieron a crear artistas ficticios "sin el conocimiento del Ministerio de Asuntos Exteriores" de Praga, según un comunicado publicado por el propio Cerny en su página web.
El artista ha pedido disculpas en esta declaración pública a las autoridades checas por no haberles informado del verdadero estado del trabajo y haber permitido la confusión, y ha añadido que no quería hacerles responsables de lo que califica "sátira política incorrecta".
Manifestar la falta de unión
"No queríamos insultar a nadie, sólo señalar la dificultad de comunicación sin la capacidad de ser irónicos"
Según Cerny, la idea era denunciar lo poco que sabemos de otros países europeos y la fragmentación que sufre la UE, para lo que resumió la identidad de cada estado en un cliché, desde Alemania surcada de autopistas o Bélgica representada por una caja de bombones, hasta un castillo de Drácula para Rumanía y un inodoro turco sobre Bulgaria. "No queríamos insultar a nadie, sólo señalar la dificultad de comunicación sin la capacidad de ser irónicos", añadió.
El engaño fue revelado ayer por la presidencia checa de la UE, que se declaró "lamentablemente sorprendida" y que aún no ha concretado qué hará con el montaje, cuya inauguración oficial estaba prevista para mañana, aunque puede contemplarse desde el lunes en el gran vestíbulo de la entrada del Consejo.
La obra ha costado 50.000 euros al Gobierno checo y debía permanecer en el edificio Justus Lipsius hasta el fin del mandato de la presidencia checa, el próximo 30 de junio.