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Domingo, 11 de Enero de 2009

"Luisma es un pícaro que vendería a su madre por un bocadillo"

Actor. El ex yonki de ‘Aída’ desvela algunas de las claves de la temporada en la que Carmen Machi se despide.

MARTA SUÁREZ ·11/01/2009 - 08:00h

Público - Veremos a Paco León en televisión, cine y teatro.

Compagina con estrés los rodajes de Aída y las funciones de ¿Estás ahí?, una "insólita" obra de teatro de Javier Daulte que le está "enseñando mucho". Paco León volverá en breve a la gran pantalla con la película Dieta mediterránea que estará presente en el Festival de Berlín. El actor que interpreta al ex yonki tontorrón más famoso de la televisión de momento no se cansa de Aída (Telecinco), serie que, confía, no se quedará "coja" sin su protagonista, Carmen Machi.

«Aída no me ha llegado a saturar, pero todavía me puede pasar»

¿Nos puede adelantar qué pasará en su relación con Paz esta temporada?

Pasan muchas cosas. Desde los problemas de erección de Luisma, que no son graves pero sí divertidos, hasta los celos que surgen por ambas partes. Se tratará todo lo que conlleva una pareja con las relaciones sexuales y amorosas. Empieza una fase en la que se verá cómo funciona esa pareja loca de la ex prostituta y el ex yonki.

¿Luisma es tonto o en el fondo no lo es tanto?

«No creo que mi personaje pueda ofender a nadie porque es absurdo»

Sí, lo es. Lo que pasa es que es muy inocente y tiene una imaginación que hace parecer más tonto de lo que es. Es más inocente que tonto. Es un pícaro capaz de vender a su madre por un bocadillo y eso hay que compensarlo con algo de inocencia, porque si no...

¿Pero cómo es posible que Paz se enamore de él?

Paz está muy sola y también necesita que alguien le quiera. Luisma lo ha ido demostrando hasta que ella lo ha creído. Y es que no va a encontrar alguien como yo, que le quiera tanto.

¿Le puede llegar a saturar Aída como le ha pasado a Carmen Machi?

Todavía no me pasa, pero claro que puede ocurrir. Carmen lleva diez años con Aída. Es mucho, sobre todo para un personaje tan mediático y potente. Supongo que le pesará, no sólo en el trabajo, sino también en la calle. Yo llevo tres años con Luisma y estoy encantado todavía.

¿Aída no se queda coja sin su protagonista?

Al principio, la serie tenía una pata principal, pero le han ido saliendo muchas patas, personajes muy potentes que han conquistado al público, y no se va a caer la mesa.

¿Qué es lo mejor de trabajar en una serie que ven millones de personas?

Aída es bastante artesanal y familiar. Me recuerda a las compañías de reparto. Y si encima le gusta a la gente y lo ve mucho, pues mira. Nos pagan bien y ya está.

¿Ve Aída los domingos?

Sí, la vería si no actuara en ella. Me consigo reír más cuando hace tiempo que hice el capítulo. Si es más cercano busco más los fallos.

¿Le preocupa la audiencia?

Sí, claro. Siempre. Aunque los actores estemos más relajados, siempre hay que estar pendiente de saber cómo va, si nos siguen queriendo o no.

El éxito de Aída reside en el humor políticamente incorrecto. ¿Reciben muchas quejas?

Sí, pasa a menudo. Hay colectivos que se han ofendido, pero nunca ha llegado la sangre al río. La serie va sobre parias y desheredados. Se ríe el maricón del yonki, el yonki del facha, el facha de la gorda, la gorda de la puta, del inmigrante, del enano... hay para todos. Se cuenta con eso, pero la gente tiene más sentido del humor del que parece. En el fondo, está hecho con mucho respeto.

¿Algún guión le ha parecido demasiado cruel?

A veces nos miramos al leer los guiones porque algo es muy fuerte. Pero siempre lo salva el personaje, cuando lo decimos pierde dureza. Alguien como Luisma puede decir cualquier burrada y no creo que ofenda porque es absurdo.

¿Volveremos a verle imitar a Bertín Osborne o Anne Igartiburu?

Creo que no. Homo Zapping se acabó y está youtube, que está todo ahí colgado. A veces me da mono de la Revuelta o del Ruben, pero no, creo que no.