Archivo de Público
Viernes, 2 de Enero de 2009

Santiago se prepara para su gran fiesta

La ciudad recibe a cientos de admiradores del Che y Fidel

D. LOZANO ·02/01/2009 - 08:00h

Santiago de Cuba estrenó su medio siglo de Revolución con una buena limpieza. En los ritos de la santería, seguida masivamente en la ciudad héroe cubana, para eliminar impurezas se tira un cubo de agua a la calle. Cuando llegaron las 12 de la noche, en Santiago tronaron los fuegos artificiales y llovieron los cubos, acompañados de muchos deseos: salud, dinero y "que se acaben los bloqueos", como pedía Yamuel, santero vestido todo de blanco, con la típica sorna cubana.

Orgullo o indiferencia. El plebiscito de la calle no se decanta a propósito del exclusivo acto de Raúl Castro para celebrar los 50 años de la Revolución. "Los santiagueros sí estamos invitados", responde el jubilado Francisco González, antiguo albañil de 65 años, quien no se encuentra entre los pocos miles de asistentes, elegidos por el Partido, para vivir en directo el festejo político. "El pueblo se mantiene con Fidel. Así ha sido durante 50 años y así seguirá siendo".

Los santiagueros han celebrado la Revolución con ritos de la santería

El espectacular despliegue policial y el más austero, pero incisivo, dispositivo propagandístico, acompañan desde hace días a los santiagueros. Un pueblo, que, acostumbrado a las exhibiciones de la Revolución, no cambió sus costumbres: cerdos asados en plena calle, ron, cerveza, y música.

Unos y otros, favorables, contrarios, hacen sus balances de lo cotidiano desde que Raúl tomó el poder. "Él nos ha arreglado el transporte, ahora las guaguas son un banquete. A mi casa llega ahora agua cada tres días, antes lo hacía cada 15", bromea Yaniel Lozano.

La mayor sorpresa para los santiagueros vino desde Argentina. La presencia de los admiradores de Fidel y el Che, llegados de distintos puntos del mundo, es habitual en estos lares, pero no tanto la masiva presencia de los revolucionarios del país suramericano. No quedaba una sola plaza en las casas de alquiler, más baratas que los hoteles. Muchos de ellos durmieron en la calle, mientras discutían sobre la verdadera cuna del líder revolucionario. "Soy de Rosario, la misma ciudad del Che. Y estoy aquí porque esto es un proceso lindo, un ejemplo para toda Latinoamérica. La resistencia contra el Imperio, el nacionalismo panamericano... qué bueno que nuestra oligarquía terrateniente viviera lo mismo que la cubana hace 50 años", sentenciaba Cristina, una joven estudiante de Comunicación de 21 años.

"Los 50 años me producen miedo y tristeza", dice un joven crítico

David no sonríe ante las soflamas pro-revolución de los turistas. Por supuesto, David es un nombre figurado, el que emplea un joven escritor santiaguero de 26 años para dar sus opiniones, muy críticas. "¿Los 50 años? Me producen miedo. Y tristeza, por si pasan otros 50 más, tal como amenaza Raúl".

David participó activamente en la huelga que sacudió la Universidad de Santiago hace un par de años. Los estudiantes pidieron mejoras y paralizaron las aulas durante varios días. "La Policía hizo grabaciones y el rector expulsó a más de una veintena de los más activos", cuenta.

Así es Santiago, ciudad héroe y rebelde, ciudad que intenta día a día resolver, como se le llama a sobrevivir con todo tipo de ingeniería económica y comercial.

En las calles, cocos partidos descansan en cualquier lugar. Es otro de los rituales santeros. Se tira el coco a la calle para que se parta. Si queda boca arriba, viéndose su interior blanco, será un año de suerte. Hay todo tipo de pronósticos para el 2009, pero una sola convicción: en la próxima Nochevieja estarán celebrando el 51º aniversario de la Revolución.