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Lunes, 22 de Diciembre de 2008

Bolaño conquista Estados Unidos

Editoriales, librerías y público coinciden: no se recuerda en EEUU un autor extranjero y un libro (2666) con tanto éxito desde Gabriel García Márquez

YOLANDA PIVIDAL ·22/12/2008 - 23:28h

Portada de '2666'.

St. Marks bookshop es el templo de las librerías independientes que aún resiste en el corazón del East Village de Manhattan. En uno de sus stands, esperan apiladas un buen número de copias de 2666. Ejemplares que además ostentan un preciado reclamo: ser el número uno en ventas de la tienda, tanto en novelas de ficción como no ficción, incluyendo toda la literatura norteamericana, desde hace semanas. "¡No había visto un éxito igual desde que Gabriel García Márquez ganó el Premio Nobel hace 25 años!", exclama Michael Russo, manager de la mítica librería.

Ha pasado más de una década desde que Jorge Herralde, propietario de la editorial Anagrama, apostara por Roberto Bolaño como un autor clave, publicando Estrella Distante en 1996, en España. Poco podían imaginar los más fieles a los trabajos de Bolaño que, doce años más tarde, y cinco después de su muerte, al otro lado del océano, la todopoderosa crítica literaria estadounidense también le estuviese proclamando en estos días como nuevo "Gabo". "Si en los 90 fue la canonización norteamericana del escritor alemán W.G. Sebald como uno de los escritores extranjeros más influyentes de su tiempo, en esta primera década del nuevo siglo, es el turno del novelista y poeta Roberto Bolaño", sentencia la influyente revista especializada N+1.

2666 ocupa el puesto 33 de los best-sellers del New York Times

Éxito póstumo

Una coronación precedida por la publicación en inglés de varias de sus novelas desde 2004, como Estrella Distante o Chile Nocturno, por la editorial New Directions, pero que ha aterrizado en la cumbre tras el lanzamiento de Los detectives salvajes y 2666, gracias al gigante de la industria nortemaricana Farrar, Stauss & Girroux.

Eso sí, el hecho de que la póstuma 2666 haya protagonizado además un gran éxito de ventas, ha dejado a editores y críticos con la boca abierta. El dato definitivo es la presencia de la novela en la lista extendida de best-sellers del New York Times, donde ocupa el puesto 33, desde hace semanas. Una hazaña que no vivía una novela de ficción extranjera desde Cien Años de Soledad. "Sólo en la primera semana sacamos una tirada de 75.000 ejemplares. En seguida se tuvieron que imprimir muchos más", asegura Lorin Stein, editor de Los detectives salvajes y 2666 en inglés. "Además, no puedo recordar un éxito tan unánime entre la crítica en toda mi vida profesional".

Si en los 90 fue la canonización de W.G. Sebald, ahora le toca al chileno

Considerado como uno de los mejores diez libros de 2008 por el influyente The New York Times Review of Books, y lo mejor del mes de noviembre por Amazon.com, el resto de páginas de crítica literaria norteamericanas que terminan dando forma a los catálogos de las editoriales europeas (hasta para eso ha sido una excepción Bolaño), llevan meses dedicando sus portadas al escritor de origen chileno. "Bolaño ha tocado una especie de botón de reconfiguración en nuestro tristemente esporádico apetito por la literatura internacional", sentenciaba a principios de noviembre el famoso crítico Jonathan Lethem, en el Sunday Book Review del The New York Times.

Oprah se rinde

"Debo decir que cuando leí la traducción de 2666 me sentí triste y preocupado", confiesa Stein, "triste, porque la novela es oscura, y preocupado porque pensé que los lectores estadounidenses tienen otro sentido de la "belleza". Bien, estaba equivocado. Dejé de preocuparme en cuanto leí la crítica del New York Review of Books hace 6 meses. Pero la crítica que me ha emocionado especialmente es la de Oprah Maganize la revista del fenómeno mediático Oprah Winfrey. Me impresionó ver que una revista dirigida esencialmente a mujeres de clase trabajadora, que están pasando por un momento económico tan difícil, recomendara una novela tan compleja", afirma el editor. "Sostener una copia de 2666 en público fue como tener lo último de Harry Potter en el patio del colegio () Media docena de extraños que habían oído hablar del libro se acercaron a hablar conmigo mientras lo leía", relata el crítico de la revista de la popular presentadora de televisión.

The economist afirma la llegada de una Bolaño-manía de corte global

Natasha Wimmer, traductora de las dos novelas de Bolaño publicadas por F, S & G, asegura que también vivió la misma incertidumbre que el editor cuando todo estaba listo para la publicación de 2666. "El éxito ha sobrepasado todas mis expectativas. Yo creo que la clave ha sido que Los detectives salvajes preparó el terreno, de manera que los lectores estadounidenses ya tenían una idea de quién era Bolaño. Creo que Los detectives salvajes era una pregunta y 2666 es la respuesta".

Para Adriana López, escritora y crítica fundadora de críticasmagazine.com de Publishers Weekly, la mayor fuente de críticas literarias sobre libros en español dirigida a los lectores estadounidenses, en Roberto Bolaño se da una fórmula perfecta: "Un editor joven con nombre en la industria, una casa editorial fuerte y muy respetada con una gran novela cinemática sobre los asesinatos de Ciudad Juárez, un tema que fascina a los norteamericanos, y un autor fallecido de historia trágica. Todo en un momento en que estábamos buscando un nuevo héroe literario... No en vano se vende la idea de Bolaño como un bohemio, y en la mayor parte de los artículos aparece una fotografía suya de los años 70".

También en Facebook

La idea del escritor como un bohemio vende, asegura Publishers Weekly

A todos estos elementos, se le añade la picardía empresarial en el país de los astutos. Fiesta de lanzamiento de 2666, finales de noviembre. Lejos de ser un acto exclusivo para el mundo literario, se hizo una invitación pública vía Facebook y se eligió un lugar pequeño. La cola para entrar al acto era interminable. Al día siguiente, un artículo en The Economist se hacía eco de la noticia bajo el título: "Bolaño-manía". "Bolaño es un punto de inflexión, un despegue definitivo hacia un nueva literatura de corte global", afirma Marcela Valdés, miembro del Círculo Nacional de Críticos Literarios estadounidense, que recientemente ha publicado una extensa crítica sobre el autor en la prestigiosa revista The Nation.

"Representa a una generación de autores que renuncia a la ideología tradicional de izquierdas (principalmente marxista) y que se sitúan "en contra" del realismo mágico de Márquez", tajante Marcela Valdés, para quien el escritor chileno fue el primero empeñado en destruir los ídolos de la generación anterior. Y en romper con el tópico mágico. "Él ha cambiado los nombres en el panteón literario y es ahora cuando Estados Unidos ha tomado conciencia".

Bush y la desconexión

Si hay algo en lo que escritores, editores y críticos están de acuerdo es en que es un momento extremadamente difícil para la industria editorial. "La gente tiene las energías puestas en otra parte. Hay menos promoción universitaria, las librerías cierran, los periódicos entran en bancarrota... Definitivamente, debemos reinventarnos", asegura con firmeza Lorin Stein.

Para María Campbell, presidenta de la agencia de scouting internacional Maria Campbell & Associates (dedicada a la compra de derechos de novelas extranjeras para su traducción y publicación), los meses de octubre y noviembre han sido los peores que recuerda. Para ella, el gran mérito de 2666 hay que interpretarlo en este contexto de reinvención. "Los empresarios se están dando cuenta de que los libros norteamericanos son realmente caros a la hora de publicar y que resulta más barato comprar los derechos de novelas europeas maravillosas y pagar la traducción", comenta.

"Es importante entender que en la era Bush hemos vivido un período de desconexión con el exterior, de aislamiento. Ahora se acabó. Hay un deseo de mirar hacia fuera, por fin salen a la luz los lectores más sofisticados que buscan autores internacionales", apunta Campbell.

Lectores ávidos de otros mundos y nuevos puntos de vista que, una vez más, van por delante de la industria. "Por eso las librerías independientes no vivimos la crisis de la misma manera", afirma Michael Russo desde su oficina en la librería St.Marks. "Se pierde a los lectores que no tienen una verdadera conexión con los libros, pero los que no se van son los que buscan nuevas experiencias en la literatura, los lectores que vienen hasta aquí en busca de Roberto Bolaño".