Los jugadores del Manchester celebran uno de los goles conseguidos. EFE

El Manchester United solventó su pase a la final del Mundial de Clubes con una goleada ante un Gamba Osaka combativo pero impotente que manda el claro mensaje de que los ingleses han viajado a Japón para ganar el torneo.

Los ingleses ganaron con rotundidad sin emplearse al 100%, fácilmente, en un partido con ocho goles y diversión para todos.

Sir Alex Ferguson demostró que no ha viajado hasta Japón para dejarse sorprender en una semifinal: puso sobre el terreno de juego a todos sus titulares y estos hicieron sentir bien a todos los japoneses que se acercaron al estadio con una camiseta roja puesta.

Con una ventaja de dos goles, los ingleses permitieron a los japoneses marcar nada más entrar Wayne Rooney, que entró lesionado en la segunda parte, pero fue el propio internacional inglés el que puso las cosas en su sitio un minuto más tarde.

Un festival de goles

Después el partido fue un festival de goles, con uno cada pocos minutos, y el resultado lógico fue la goleada del Manchester.

Sin embargo, el resultado no hace justicia al trabajo de los japoneses sobre el terreno de juego, ya que guiados por la estrella local, Yasuhito Endo, hicieron buena la máxima del fútbol nipón de que les ganarán porque son mejores, pero no porque corran más que ellos.

Pero los 'red devils' son mejores, y por algo este equipo es el vigente campeón de Europa, con jugadores capaces de marcar dos goles en pocos minutos como Rooney hoy, o con el propio Balón de Oro, el portugués Cristiano Ronaldo.

Ronaldo, por mucho empeño que pusiera en la virguería, cuando más daño hacía era cuando se lanzaba a la carrera. Por la derecha, por la izquierda, aunque el regate no fuera perfecto, su punta de velocidad siempre le permitió escaparse con holgura.

El rival, el Liga de Quito

Pero en realidad dio igual, porque su velocidad no tuvo que ver en la mayoría de los goles de los suyos. Los dos primeros llegaron en sendos saques de esquina lanzados desde la derecha.

El primero lo transformó el serbio Vidic elevándose a unas alturas prohibidas para los defensores japoneses, y el segundo, muy parecido, lo marcó Ronaldo y así se llegó a la segunda parte.

Mediado el segundo tiempo comenzó un toma y daca de goles que al final dejó en el marcador la bonita cifra de ocho tantos repartidos en su mayor parte del lado inglés. Los otros dos goles del Manchester fueron obra de Fletcher y otro más de Rooney.

De modo que la final del domingo es la esperada, el campeón de Europa contra el de la Copa Libertadores, igual que el año pasado, pero con diferentes nombres.

Los ingleses se encontrarán en la final del domingo con los ecuatorianos del Liga de Quito, un equipo que como dijo este miércoles su propio entrenador tras vencer al Pachuca ya es uno de los dos mejores equipos del mundo.