Archivo de Público
Sábado, 13 de Diciembre de 2008

El Senado de EEUU culpa a Rumsfeld de Abu Ghraib

Acusan al ex secretario de Defensa de haber creado el ambiente para los abusos

ÓSCAR SANTAMARÍA ·13/12/2008 - 08:00h

AP - Las fotos de los maltratos en la prisión de Abu Ghraib dieron la vuelta al mundo.

El ex secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld fue responsable directo de los abusos en Abu Ghraib y Guantánamo. Esta es una de las principales conclusiones de una investigación del Senado presentada el jueves, la más amplia y completa sobre este oscuro episodio hasta el momento.

El informe, elaborado por republicanos y demócratas, examina el origen de los abusos calificados de tortura por convenciones y tratados internacionales detectados en los centros de detención del Ejército estadounidense. Durante los últimos años, el Gobierno de George Bush ha hecho malabarismos para intentar convencer de que los "agresivos métodos de interrogatorios" (privación de sueño, posiciones de estrés, temperaturas extremas) utilizados con los sospechosos de terrorismo no cruzaban la delgada línea que los separa de la tortura.

El escándalo se destapó con la publicación de las fotos que dieron la vuelta al mundo y que mostraban las humillaciones y maltratos de los prisioneros que pasaron por la cárcel iraquí de Abu Ghraib. El asunto se zanjó con la condena de algunos de los soldados de bajo rango que aparecían en las imágenes. Ningún superior ni alto mando fue amonestado.

El informe señala ahora lo que, para muchos, era algo claro: que los abusos en esta prisión "no pueden ser simplemente atribuidos a las acciones de unos cuantos soldados actuando por su cuenta", sino que se produjeron gracias a la atmósfera creada por Rumsfeld y sus ayudantes de que "la presión física y la degradación eran tratamientos adecuados para los detenidos".

Es decir, que desde el Pentágono se creó a propósito, tras los atentados del 11-S, un limbo legal, un vago y ambiguo reglamento que difuminó los parámetros para diferenciar lo que era tortura de lo que no lo era. Según el informe, si bien en enero de 2003, un mes después de haberlas autorizado, el por entonces secretario de Defensa prohibió la agresivas técnicas de interrogatorio, éstas siguieron formando parte del quehacer diario de los soldados estadounidenses.