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Sábado, 17 de Noviembre de 2007

Empresa española busca nicho de negocio en China

ANDREA RODÉS ·17/11/2007 - 21:16h

En China, la agricultura ocupa al 44.8% de la población y genera sólo un 11.8% del PIB. La baja productividad se debe al exceso de mano de obra y al bajo grado de mecanización de la tierra cultivable, un 10% de la basta superficie del país.

Esta proporción sigue reduciéndose por culpa de la desertización y el desarrollo urbanístico desenfrenado. España, tradicionalmente rural, cuenta con una alta experiencia en tecnología agraria y sistemas de irrigación.

El Foro de Inversiones y Cooperación Empresarial Hispanochino, celebrado la semana pasada en Pekín con la participación de más de 300 empresas chinas y 88 españolas, tenía un objetivo: promocionar los sectores más competitivos de la economía española.


Según el Instituto Español de Comercio Exterior Español (Icex), China ofrece amplias oportunidades al sector agroalimentario, medioambiente, energías renovables, biotecnología o infraestructuras públicas. Empresas como la catalana Fibosa, especializada en maquinaria agrícola y animal, pueden encontrar oportunidades de negocio en China. Fibosa acaba de invertir en el desarrollo de un matadero de carne bovina y una planta de procesamiento de leche.


La necesidad de satisfacer las ansias de consumo de 1.300 millones de chinos es una oportunidad para las empresas españolas. El sector del porcino podría ser de los más beneficiados. El pasado jueves se firmó en Pekín un protocolo entre el gobierno chino y el español que autoriza la exportación de carne de cerdo al gigante asiático. China representa el 53% del consumo mundial de porcino, pero su producción no es suficiente para satisfacer su demanda interior.

El protocolo, de aplicación inmediata, permitirá exportar partes del cerdo consideradas despojos en nuestro país, pero que forman parte de la dieta habitual china. Al margen del jamón ibérico - un producto de lujo fuera del alcance de la clase media-, la mayor parte de los embutidos se ha quedado fuera. Sólo han sido aprobados productos curados durante un mínimo de 300 días.


España es el cuarto productor mundial de porcino. La exportación de su excedente al gigante asiático permitirá al sector mantener el crecimiento del 30% de los últimos cuatro años, informó en mayo la Ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa.

"Sólo un 1% de las exportaciones españolas a China corresponde a productos agroalimentarios", anunció durante el Foro el secretario de Estado de Comercio y Turismo español, Pedro Mejía.


Primer importador de leche

Sectores como el lácteo también son atractivos. China es el primer importador mundial de leche. Su producción cubre el 87% de la demanda interior, un mercado que en 2010 superará los 15.000 millones de euros, según un informe de McKinsey.

Leche Pascual ha firmado una carta de intenciones con el que podría ser su socio local, Tianyou Milk, para construir su primera planta de producción en el interior de China.
Otras empresas como Seaweed Canarias buscan también socio local. La biotecnológica quiere abrir una planta de investigación de algas marinas en China. Al estar libres de componentes químicos, los abonos tienen un menor impacto medioambiental- objetivo prioritario de la economía china.

ENTREVISTA

Vicens Casas

Director General para China de Fibosa

La empresa Fibosa, con sede en Riudellots de la Selva, Gerona, está especializada en maquinaria e instalaciones para el sector agroalimentario. Su director, Vicens Casas, asiste estos días al Foro de Inversiones Hispano Chino en busca de nuevos proyectos comerciales en China.


¿Qué oportunidades de negocio ve en el mercado chino?
La economía china ha cambiado mucho desde que llegamos a este país por primera vez, en 1998. Fibosa tiene una larga experiencia en China. En una primera etapa, hasta el año 2002, nos concentramos en crear sociedades mixtas con empresas locales para vender maquinaria en el sector cárnico. El agroalimentario era un sector muy poco desarrollado entonces, y apenas existía un marco legal para proteger la propiedad intelectual de nuestra tecnología.

Ahora la situación es distinta, el mercado está más regularizado. Hemos abandonado la estrategia de joint-ventures y ya no vendemos piezas de maquinaria. Ofrecemos “proyectos integrales”.


¿Qué proyectos tiene en China?
Fibosa tiene dos proyectos en marcha. El primero es la proyección de un matadero de vacuno adaptado al rito musulmán halal en la provincia de Mongolia Interior.


Nuestro cliente, un empresario de las comunicaciones, vio que existía una buena oportunidad de negocio en el mercado formado por los millones de chino-musulmanes que viven en el noroeste del país. Fibosa es una de las pocas empresas especializadas en este tipo de instalaciones.


El segundo proyecto es una planta de procesamiento de leche en la provincia de Shanxxi. Hace una década, apenas se consumía leche en China. Hoy, el mercado del lácteo es de los que más crecen.

¿Cómo ha evolucionado el sector agroalimentario?

El país ha hecho grandes esfuerzos para mejorar la fabricación y el control de calidad de los alimentos.
Hace unos años, las condiciones de higiene en el sector cárnico eran nefastas. Para cada proyecto nuevo, exigimos que se cumplan unas condiciones técnicas y de higiene básicas. Pero hemos visto que existe realmente una intención por parte del gobierno y las empresas chinas para mejorar en este terreno. El gobierno ha reforzado los controles de calidad. No se trata sólo de una campaña de imagen.

En el sector ganadero, en especial el de vacuno,  el retraso es muy notable. No existen redes de distribución entre los propietarios de vacas, en su mayoría campesinos pobres con sólo cuatro o cinco cabezas. 
En China, los sistemas de tratamiento de la leche tienen un nivel de calidad bajo, y ello condiciona la calidad de los lácteos locales. Nuestra ventaja competitiva es que ofrecemos soluciones integrales,  desde el diseño de la planta, a la maquinaria y la formación de los empleados. De este modo, liberamos al empresario local de la responsabilidad sobre el proyecto y así se siente más tranquilo.

¿Qué ventajas competitivas tienen las empresas españolas del sector agroalimentario respecto a otros países?
España es un país tradicionalmente agrario, con una larga experiencia en el sector. Hay que superar los tabúes que incitan a creer que la tecnología española es inferior o menos competitiva que la de otros países. Al exportar a China hay que tener en cuenta que, en un primer momento, las empresas locales sólo se fijan en el precio. Pero lo que realmente les interesa es la cooperación tecnológica.