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Martes, 18 de Noviembre de 2008

De la Rosa disfruta con el Force India

El catalán aspira a que la escudería le reserve un volante el próximo año

NOELIA ROMÁN ·18/11/2008 - 11:28h

REUTERS - El piloto español Pedro de la Rosa pilotando un Force India en el circuito de Montmeló.

El ritual había sido idéntico la víspera: enfundarse el mono, colocarse los tapones contra el ensordecedor ruido y, al final, el casco, preludio de lo que vendrá después, el volante de un Fórmula 1 que se desplaza a más de 300 km por hora por el circuito de Montmeló. Pero cuando Pedro de la Rosa se acomoda en el bólido, el asiento se le hace raro. Y el ruido del motor le suena diferente. Lo es.

El piloto catalán no manejó ayer la máquina Mercedes que ha estudiado casi al milímetro los últimos siete años y con la que el lunes logró el cuarto mejor tiempo de los entrenamientos realizados en el Circuit. Ron Dennis le ha dado permiso para pasarse a la competencia y probar cómo carbura el Ferrari. No ha enloquecido el patrón de McLaren: todo tiene su explicación.

Ese motor Ferrari con el que De la Rosa marcó el peor tiempo de los entrenamientos se esconde bajo la carrocería de un Force India, la peor del pasado Mundial junto a Super Aguri-Honda. Precisamente por eso, Vijay Mallya, el mutimillonario indio que la compró el curso pasado junto al holandés Michiel Mol, ha decidido que, para no cerrar un nuevo campeonato con su casillero a cero, se convertirá en una suerte de filial de McLaren el próximo curso.

Sus monoplazas cambiarán el rugido del motor Ferrari por el de la escudería británica y, aunque sólo sea por un par de días, De la Rosa ha entrado en ese plan de colaboración. Una solitaria pancarta, colgada en la tribuna de Montmeló, reclama que el acuerdo vaya más allá. “Force Pedro”, reza escuetamente la tela, mientras De la Rosa da vueltas y vueltas al circuito.

Autógrafos agradecidos

“De momento, son sólo un par de días. Después, no sabemos qué sucederá”, dice, prudente, el piloto catalán. Luce aún el mono y a su alrededor, junto a la caravana de Force India, decenas de aficionados persiguen un autógrafo. Ni Giancarlo Fisichella ni Adrian Sutil, pilotos oficiales de la escudería, habían generado nunca tanta expectación en Montmeló. Pero Force India, que los confirmó para el próximo curso, asegura que McLaren no impondrá a los pilotos.

“Hay muchas diferencias [respecto al McLaren]. El coche es nuevo, el asiento es nuevo, todo es nuevo. Estoy intentando sentirme confortable”, dice De la Rosa, ya sin el impoluto mono –hoy, excepcionalmente, no luce los logos de los patrocinadores– que aspira manchar, como piloto oficial, la próxima temporada. “Esto es sólo un test que me dan y con eso nos tenemos que conformar”, añade, lacónico .

Pero, al parecer, en Force India se asombran con los informes que De la Rosa reporta cada vez que se para en boxes con el nuevo bólido. Tiene 37 años, mucha experiencia y quiere volver a competir –en 2006, sustituyó a Juan Pablo Montoya en ocho carreras–. ¿Serán razones suficientes para que el mutimillonario Mallya le conceda un volante?.