La inmobiliaria Tremón deja 2.000 pisos por entregar con la suspensión de pagos
El 40% de los 1.000 millones que debe son pagos anticipados por la banca a proveedores

Hilario Rodríguez, presidente de la inmobiliaria Tremón.
La inmobiliaria Tremón, protagonista de la segunda mayor suspensión de pagos de la historia tras la de Martinsa Fadesa en julio, deja sin entregar en torno a 2.000 inmuebles, incluidas 238 viviendas en Varsovia (Polonia) y Assi-lah (Marruecos).
La empresa y dos de sus filiales, TRHoteles Alojamientos y Hospederías y Atlantys Servicios Inmobiliarios, presentaron concurso de acreedores el viernes (antigua suspensión de pagos), con una deuda que ronda los 1.000 millones.
La inmobiliaria de Hilario Rodríguez Elías tenía en construcción y en proyecto 394 viviendas, 213 chalés, 737 apartamentos turísticos y 350 lofts, principalmente en las provincias de Sevilla, Málaga, además de Madrid.No se incluye un megaproyecto de nada menos que 1.009 lofts en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) para el que Tremón pidió licencia. Son los datos de los pagos pendientes en proyectos y de esas inversiones con fechas de entrega que constan en las cuentas del Registro Mercantil y en el folleto de la salida fallida a bolsa en 2007 de Tremón, que no contestó ayer a las llamadas de este diario.
600 trabajadores
La inmobiliaria dijo ayer a Europa Press que la actividad continúa y que, "de momento", la plantilla del grupo, que forman 600 trabajadores, no se verá afectada por el concurso de acreedores.
De los casi 1.000 millones que debe Tremón, un 40% corresponde a pagos a proveedores que la banca ha anticipado y que ahora les reclamará a esas empresas, según fuentes financieras.
El concurso de acreedores de estas tres sociedades afecta a 40 entidades financieras. Las más afectadas son Bancaja, la CAM y La Caixa. La primera tiene una deuda directa de 38,5 millones con esas compañías, aunque con el conjunto del grupo se acerca a los 95 millones, una cifra similar a la de las otras dos entidades. Además, Tremón debe 40 millones a Banco Popular de forma directa y otros 140 millones en pagarés, que se reclamarán previsiblemente a los proveedores de Tremón.
Todas las entidades dotaron ya provisiones para estas deudas en las cuentas del tercer trimestre, porque la caída se venía venir tras cuatro meses negociando una salida.