Tecnología añeja, de objeto inútil a joya del coleccionismo
Los aficionados a la informática guardan como un tesoro los ordenadores ya inservibles

El Epson HX-20 ha sido el portátil más antiguo de España, según un concurso celebrado por Intel.
Cuando en 1966 Ralph Baer creó la Brown Box (caja marrón), una especie de caja de zapatos que pretendía llevar los videojuegos al televisor, muy pocos creyeron en su idea. Pero los usuarios que compraron ese año por 100 dólares la Brown Box -que no vio definitivamente la luz hasta 1972, bajo el nombre de Magnavox Odyssey ITL200- tienen hoy un tesoro idéntico al que se expone en el MOMI, el Museo de la Imagen de Nueva York.
Este centro de arte no es el único que se ha interesado por las exposiciones relacionadas con la tecnología clásica. Hay incluso quien llega a relacionar la historia de la tecnología con los movimientos políticos de la época en la que surgieron. Es el caso de un pequeño museo de Moscú alojado en una sala de la Universidad de la ciudad. En él, jóvenes estudiantes voluntarios se dedican a restaurar máquinas recreativas de los años 70 y 80 que se desecharon una década más tarde con la caída del comunismo y la aceptación masiva de las máquinas occidentales.
El encanto de los clásicos
El Vintage Computer Festival (Festival de ordenadores clásicos), una idea de un coleccionista llamado Sellam Ismail, tiene como misión promover la conservación de tecnologías ya obsoletas ofreciendo a sus visitantes la posibilidad de interactuar tanto con las máquinas como con las personas que han formado parte de lo que considera como una revolución informática.
En la última edición de este festival itinerante se pudo observar cómo ha evolucionado la informática en los últimos 45 años, convirtiendo en la estrella de la feria al ordenador LINC de 1962, considerado el primer sistema para procesamiento de datos de laboratorio en tiempo real.
El fracasado Apple Lisa, que rondaba los 10.000 dólares cuando se lanzó en los 80, el eMate 300 también de Apple o un Commodore PET de los 70 fueron otras de las estrellas.
El portátil más antiguo
La compañía de microprocesadores Intel también se ha apuntado recientemente a la fiebre retro lanzando una iniciativa para encontrar al poseedor del portátil más antiguo de España. La idea"surgió como una forma de recordar que el portátil tiene ya más de cuarto de
siglo y que ya se venden más ordenadores portátiles que de sobremesa", según afirma José Ignacio Sáez, director de marketing de Intel. La iniciativa española tiene precedentes en Holanda, donde el vencedor fue un Osborne, un ordenador portátil sin batería incorporada, pero considerado como el primer portátil del mercado.
El portátil ganador en España fue un Epson HX-20, que se empezó a comercializar en 1982 y que fue el primero con baterías y maleta incorporada. El Epson HX-20 contaba con una pequeña pantalla de LCD que sólo mostraba cuatro líneas de texto a la vez y un dispositivo de almacenamiento consistente en un mini cassette.
En cuanto a los modelos presentados al concurso español, se recibieron más de 89 tipos de ordenadores, algunos de fabricantes que siguen en activo como HP, IBM, Dell, Compaq o Fujitsu, y otros desaparecidos como Commodore, Amstrad, Osborne, Tandy-Radioshak, Pitagorin o Husky. Un 36% de los participantes presentó portátiles de la década de los 80.
Para uno de los ganadores, Guillermo Mesquida, un informático de 38 años, el HX-20 sigue siendo hoy un buen portátil por sus dimensiones, su peso, la impresora que incorpora y su batería, que dura durante días. Convertido en un sibarita de la informática retro, almacena más de 100 ordenadores antiguos (la mayoría en funcionamiento) y considera vital conocer este tipo de ordenadores para comprender mejor la informática actual.