Archivo de Público
Miércoles, 12 de Noviembre de 2008

Fernando de Rojas mutado en Sherlock Holmes

Luis García Jambrina estrena su primera novela, El manuscrito de piedra (Alfaguara). Un escenario y una época históricas que sostienen una trama negra al mejor estilo Arthur Conan Doyle

P. CORROTO ·12/11/2008 - 08:00h

mónica patxot - El escritor Luis García Jambrina .

El autor de La Celestina, Fernando de Rojas, convertido en Sherlock Holmes. La ciudad de Salamanca ensombrecida por un halo de misterio donde resuenan los zuecos de los religiosos. Crímenes sin resolver. Y, al fondo, la expulsión de los judíos, el descubrimiento de América y el absolutismo de los Reyes Católicos.

Esta es la arquitectura que ha creado Luis García Jambrina para su primera novela, El manuscrito de piedra (Alfaguara). Un escenario y una época históricas que sostienen una trama negra al mejor estilo Arthur Conan Doyle. Con esta mezcla, el autor ha pretendido, además, salirse del tono habitual de la novela histórica y reclamar una época y lugar que para él "son todo un filón literario al que inexplicablemente no se le ha sacado ningún partido".

Como también le sucede a bastantes personajes españoles del Renacimiento. Uno de ellos, aparte del propio Fernando de Rojas, por el que Jambrina siempre ha sentido bastante fascinanción, es Fray Luis de León. "Creo que es un personaje con un material increíble, lo que pasa es que siempre está el prejuicio porque es religioso", comenta el escritor.

Tópicos del best-seller

Esta afirmación entronca con el hecho de que en España no haya habido muchas novelas históricas. "Nuestro problema es que parece que no nos atrevemos a encararnos con nuestro pasado. Sólo hablamos de él para idealizarlo o denigrarlo, pero no para contar historias", señala Jambrina. Por eso, él aboga por acercarse a la Historia con naturalidad para crear "personajes complejos y buenas tramas".

Todo lo contrario a lo que, para el escritor, autor también de antologías y cuentos fantásticos, se ha publicado en la última década: "En estos últimos diez años se ha banalizado demasiado el género, ya que muchas de las novelas históricas se han limitado a copiar los tópicos de los best-sellers norteamericanos. De ahí que sea un género que actualmente tiene muy mala prensa". Él está dispuesto a cambiarlo.