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Jueves, 15 de Noviembre de 2007

El dilema de Alonso

El futuro del piloto asturiano depende de factores técnicos, legales, económicos y deportivos

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ ·15/11/2007 - 07:14h

EFE - Imagen de archivo de Fernando Alonso. EFE

Escenario enrevesado. En Fórmula 1, las noticias de pretemporada corren a idéntica velocidad que los prototipos sobre la pista. Sólo Fernando Alonso y McLaren esperan.

El piloto español estudia las opciones antes de elegir equipo, y la escudería británica sondea el mercado antes de contratar al compañero de Lewis Hamilton. Y lo curioso es que son decisiones que podrían estar relacionadas.

La prioridad de Alonso es firmar un contrato que le deje la puerta abierta para acudir a la llamada de Ferrari. Aunque sea dentro de un año. Obtenido este compromiso, el español elegirá el coche con el que crea que puede ganar alguna carrera y, por qué no, tener opciones de aspirar a su tercer título mundial.

Y ahí es donde entra directamente McLaren. Si Ron Dennis consigue tentar a alguno de los pilotos de escuderías potentes como Renault, Toyota o BMW, es probable que al asturiano le ofrezcan el asiento que quede vacío.

Espionaje y entrenamientos

Hasta hace una semana, Alon-so tenía pie y medio en
Renault. Ahora, la FIA ha vuelto a cruzarse en su camino. El juicio que se celebrará el 6 de diciembre en Mónaco tras la denuncia de McLaren contra la casa francesa por presunto espionaje ha sembrado dudas en el bicampeón mundial y su entorno.

Tras el calvario vivido en McLaren por idéntico asunto (caso de espionaje a Ferrari), Alonso no desea verse salpicado de nuevo, aunque sea de rebote. Salvo que antes surja otra buena oportunidad, esperará otras tres semanas.

Pero no mucho más. Al español le gusta supervisar los reglajes de los vehículos que pilota y a buen seguro que está sufriendo cuando asiste desde la distancia a los primeros entrenamientos que se celebran estos días en Montmeló y volverá a padecer la primera semana de diciembre, cuando los equipos de Fórmula 1 vuelvan a ensayar, esta vez en el circuito de Jerez.

Esta circunstancia toma un especial cariz esta temporada, toda vez que los bólidos están obligados a seguir nuevas reglas que afectan directamente a su comportamiento sobre el asfalto. Son los casos de la central electrónica única e idéntica para todas las escuderías o la desaparición del control de tracción y el freno motor.

Se trata de cambios significativos que hacen más inestable a los coches y obligan a una conducción más fina. Ayer mismo, en los entrenamientos de Montmeló, Massa y el propio Schumacher protagonizaron involuntarias salidas de pista en un par de curvas.

Dinero sin éxitos

La segunda opción más probable como destino de Alonso es Red Bull, una escudería con tanto dinero como escaso prestigio ganado en la pista. En definitiva, un reto.

Los rectores del equipo austríaco necesitan un empujón deportivo y son conscientes de que el paso del español por su casa les haría subir unos cuantos peldaños. Incluso si fuese una fugaz relación de una sola temporada.

Toyota también tentaba a Fernando Alonso, pero la organización interna de la escudería japonesa no acaba de convencer al ovetense. Otra marca nipona, Honda, ha entrado en escena hace unos días.

La contratación de Ross Brown como director técnico ha colocado a este equipo bajo todos los focos. Corre por el paddock el temor y la esperanza, según las versiones, de que con Brown se produzca por fin la eclosión de una entidad cuyo poderío siempre ha ido por delante de sus resultados.

Y esa ilusión podría ser un aliciente para un piloto como el español, maniático del trabajo en boxes.