Archivo de Público
Miércoles, 14 de Noviembre de 2007

Brasil, el ejemplo contra el sida

Gracias a su política de fomento de antirretrovirales genéricos, Brasil se ha ahorrado 685 millones de euros entre 2001 y 2005 y 180.000 brasileños reciben gratis terapia antisida.

BERNARDO GUTIÉRREZ ·14/11/2007 - 22:09h

Trabajadoras brasileñas envasan medicamentos antirretrovirales. PLOS MEDICINE

El último número de la revista PLOS Medicine ha puesto cifras a la apuesta de Brasil por el acceso universal a la terapia antirretroviral. Según un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EEUU), el país más grande de América Latina se ha ahorrado 685 millones de euros entre 2001 y 2005.

El trabajo confirma el liderazgo que la UNESCO otorgó a Brasil en 2001, al concederle el premio en Derechos Humanos y Cultura de Paz por su campaña contra el sida.

También trae a la memoria la fecha del 4 de mayo de 2007, cuando el presidente brasileño, Inácio Lula da Silva, firmó un decreto que declaraba el medicamento efavirenz de interés público y autorizaba la compra de antirretrovirales genéricos para sustituirlo. La noticia cayó como una bomba en la industria farmacéutica mundial.

Hasta entonces, el medicamento, utilizado por el 38% de los pacientes que luchan contra el sida en Brasil, provenía exclusivamente del laboratorio estadounidense Merck, que lo vendía a un precio de 1,59 dólares por comprimido.

Brasil solicitaba a la farmacéutica una reducción hasta los 0,65 dólares por píldora, precio al que Tailandia compraba el medicamento. Después de la negativa de Merck (apenas ofrecía un 30% de descuento), Brasil decidió por primera vez en la historia romper una patente internacional de un antirretroviral.

Pocas semanas después (exactamente el 3 de julio), Brasil recibía del laboratorio indio Auribondo 3,4 millones de comprimidos de un fármaco genérico que sustituía al efavirenz. Un estudio del Gobierno de Brasil calculó que sólo con esta medida el país se ahorraría 30 millones de dólares al año.

Ruptura de patentes

La ruptura de la patente consolidó al país de Lula como el líder indiscutible en la lucha mundial contra el sida. No sólo garantiza la gratuidad de los medicamentos sino que desarrolla una agresiva política de negociaciones con los laboratorios internacionales que benefician a enfermos de todo el mundo.

Desde 1996, Brasil fabrica versiones genéricas de ocho medicamentos que no tienen patente. Además, ha conseguido reducciones considerables de fármacos registrados por todopoderosos laboratorios, como Roche o Abbott.

Sin duda, lo más destacado del papel de Brasil en la lucha contra el sida son sus duras negociaciones con los laboratorios internacionales. La ruptura de la patente del efavirenz fue la gota que colmo el vaso. Pero el enfrentamiento brasileño con las multinacionales comenzó en 1996. Desde esa fecha, los enfrentamientos con los laboratorios farmacéuticos han sido constantes.

En 2001, Brasil consiguió que Roche bajase un 40% el precio de su medicamento nelfinavir, después de amenazar con romper la patente. En 2004, el Gobierno brasileño consiguió considerables descuentos en otros medicamentos, como el lopinavir, tenofovir y atazanavir.

2005, un año crucial

El año 2005 fue crucial en la lucha contra los precios internacionales de los fármacos antirretrovirales. En junio, Lula declaró el medicamento Kaletra (lopinavir + ritonavir), elaborado por el laboratorio Abbott, de interés público.

La amenaza de romper la patente funcionó y Brasil consiguió una reducción de 1,17 dólares a 0,63 por comprimido, lo que le permitirá ahorrarse 340 millones de dólares hasta 2011.

La importación y fabricación del sustituto genérico del efavirenz (aproximadamente a 0,45 dólares por comprimido) en 2007 ha sentado precedente. Y puede que sea un punto y aparte en la lucha internacional contra el sida en el tercer mundo.

Mientras en el resto del planeta la epidemia del sida continúa creciendo considerablemente, en Brasil permanece estancada.

El Banco Mundial predijo en 1992 que Brasil tendría 1,2 millones de seropositivos en 2000. Sin embargo, las políticas antisida de los gobiernos brasileños facilitaron que la cifra fuese de 600.000 en aquella fecha y, lo más importante, que el número se haya mantenido estable.

 


Las claves del éxito

‘Caminsinhas', prevención y otros países.

Preservativos

Aunque Brasil es el país con más católicos del mundo, la postura del Gobierno con los preservativos es clara: no sólo incentivar, sino distribuir gratuitamente. Desarrolla una campaña agresiva a favor de l uso de los conocidos popularmente como ‘camisinhas' y quiere llegar a repartir 300 millones al año, 38 para cada brasileño sexualmente activo.

Educación sexual

Desde que se creó el Programa Nacional, las iniciativas educativas han sido constantes. La televisión también ha participado. La cadena privada (con funciones de pública) Globo alarmó sobre la necesidad de tomar medidas contra el sida al introducir un personaje seropositivo en su culebrón ‘El portador' y los principales dramaturgos del país escribieron ‘Sida y teatro. 15 dramaturgias para la prevención', que recorrió todo Brasil.

Diagnóstico

El Gobierno ha incentivado la realización de tests rápidos y gratuitos en todo su territorio. Desde 1999, hacen tests gratis a todas las embarazadas.

Otros países

Brasil contribuye a la lucha contra el sida en otros países. Firmó un acuerdo para que Mozambique construyese una fábrica de genéricos y es el distribuidor oficial del programa de UNICEF contra el sida en varios países. Firmó un convenio con los 15 países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) para enviarles medicamentos antirretrovirales.