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Miércoles, 14 de Noviembre de 2007

La acción humana resucita viejas enfermedades y crea nuevas

Los expertos alertan de que la globalización también influye en la salud

AINHOA IRIBERRI ·14/11/2007 - 21:20h

Evolución no siempre es sinónimo de mejora. La globalización económica se traslada también a la salud y cada vez surgen más enfermedades nuevas, atribuibles a los cambios evolutivos.

Ciertas patologías confinadas a algunas regiones geográficas viajan con las migraciones y algunas ya extinguidas resurgen por la acción humana y los cambios ambientales.

Este problema, que protagonizó el último Informe sobre la salud en el mundo de la OMS, preocupa a los científicos, que se reúnen desde hoy en el simposio Cambios ambientales, sistemas microbianos e infecciones, para intentar encontrar soluciones al mismo.

En opinión del director del Departamento de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Fernando Baquero, una de las claves reside en mejorar el conocimiento de cómo esos cambios afectan al mundo microbiano: “Nos preocupamos mucho por los daños ecológicos pero no por las agresiones al mundo microbiano, ya que carecemos de un consenso sobre cómo medir estas últimas”.

Baquero recordó que los microbios son “la biomasa más importante del planeta” y que su presencia “garantiza la vida de loshumanos”.


Los expertos estiman que hoy existen 40 enfermedades que se desconocían en la generación anterior. Algunas de ellas han acaparado las páginas de los medios de comunicación, como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) o la gripe aviar.

Según señala Baquero una de las primeras “enfermedades nuevas” que se dieron a conocer fue la legionelosis, que saltó a la luz pública tras manifestarse en una reunión de legionarios de EEUU en 1976.

Para prever las enfermedades nuevas, un buen espejo son las infecciones en animales. En este sentido, señala que el hombre ha reducido la biodiversidad y esto influye en la expansión más rápida de los microbios, que viajan mejor entre animales exactamente iguales.

Los especialistas señalan que la emergencia de nuevos agentes microbianos y la reemergencia de otros ya extinguidos no supone un peligro inmediato en España: “Un buen sistema sanitario que amortigüe los efectos es la clave”.

En este sentido, creen que es fundamental mantener los sistemas de vigilancia, ya que se ha demostrado que el desarrollo de la microbiología ayuda a mantener a raya a los nuevos agentes, como ocurrió con el virus del SARS, cuyo genoma se secuenció en muy poco tiempo.

Respecto a enfermedades que emigran junto a las personas, creen que la situación no es preocupante. En opinión de Baquero, “la influencia de la inmigración es mínima”.

Así, aunque se han observado en España más casos de tuberculosis o malaria, “la ecología impide la propagación eficaz de los agentes”. Sin embargo, las medidas con las que se cuentan para minimizar los riesgos deben mantenerse siempre.

El microbiólogo César Nombela recordó que la polio ha resucitado en Nigeria cuando ya estaba erradicada: “No hay que bajar la guardia”. Las medidas también han de actualizarse: “En las transfusiones hay que controlar agentes que antes no se controlaban”.

Entrevista a César Nombela: "El riesgo de la amenaza permanece siempre"

César Nombela es catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, uno de los mayores expertos de España. Para este ex presidente del CSIC es importante no bajar la guardia ante los patógenos.

¿Cree que existe riesgo real de que entren a España enfermedades graves erradicadas en la actualidad?

La importación es posible porque estamos en un mundo de mucho movimiento. Pero el ambiente no determina que el patógeno se establezca. A la hora de evaluar riesgos hay que pensar en todas las variables y tener en cuenta que la amortiguación ecológica no nos va a proteger siempre.

Los riesgos de implantación que existen nos obligan a conocer las pautas y no excluyen nuevas emergencias. 

¿Podemos estar tranquilos con nuestro sistema sanitario?

Nuestro sistema nos asegura que no ocurran casos como el de Nigeria, donde ha vuelto la polio, que ya estaba erradicada, porque las autoridades han bajado la guardia con respecto a la vacunación. Hay que tener en cuenta que el riesgo de la amenaza microbiana permanece siempre.

¿No cree que hay un cierto alarmismo con respecto a las nuevas enfermedades, como la gripe aviar en humanos?

El alarmismo está provocado en parte por los medios de comunicación. Muchos científicos tratamos de implicarnos en la transmisión pública de los hechos para evitarlo. El virus de la gripe aviar representa una amenaza, pero eso no quiere decir que haya una pandemia.

No obstante, hay que tomar medidas, alertas, hacer acopio de antigripales y tener medios para producir una vacuna. Hay medios de control.