Detenidas 44 personas en una operación contra la falsificación de tarjetas de crédito

EFE - En la imagen de archivo, material incautado en una operación policial contra una red dedicada a la falsificación de tarjetas de crédito.
La Policía Nacional ha desarticulado una organización de carácter mafioso dedicada a la falsificación de tarjetas de crédito y su posterior uso en centros comerciales en el marco de una operación desarrollada en Castellón y Tarragona, en la que han sido detenidas 44 personas, entre ellas el líder de la red.
Según ha informado la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, más de cien agentes de distintas unidades han participado en esta operación, denominada "Jurca", en la que se han incautado unas 2.000 tarjetas falsas, se han realizado 23 registros y se han desmantelado seis talleres donde se falsificaban las tarjetas.
También se han localizado dos domicilios en los que almacenaban y distribuían sustancias estupefacientes a pequeña escala.
Los detenidos están acusados de falsificación de documentos, robos con fuerza, tráfico de estupefacientes, tráfico ilícito de vehículos, lesiones, extorsiones y secuestros, entre otros delitos, y la cuantificación del fraude asciende a cantidades millonarias.
Las investigaciones se iniciaron en el verano de 2006 por la sección de Medios de Pago de la UDEF Central, encargada de la investigación y coordinación a nivel policial de las actividades ilícitas relacionadas con los medios internacionales de pago, principalmente, sobre la falsificación de tarjetas de crédito, entre los que se incluyen el "carding" y el "skimming".
La organización criminal, integrada en su mayoría por ciudadanos de origen rumano, tenía un carácter mafioso y estaba asentada en la zona del Delta del Ebro, concretamente en las provincias de Castellón y Tarragona.
Esta red tenía la estructura típica del crimen organizado, estaba compuesta por un gran número de personas, con un específico reparto de tareas entre sus miembros, una actuación prolongada en el tiempo y una fuerte disciplina interna.
Además la organización desarticulada estaba involucrada en la comisión de hechos delictivos de carácter grave, a veces a nivel internacional, y no dudaba en utilizar la violencia e intimidación con el objetivo de blanquear el dinero obtenido.
La red contaba con una serie de proveedores de numeraciones en España, los cuales tenían contactos en el extranjero, tanto en Europa como en América, de personas que obtenían las numeraciones de las tarjetas de crédito clonadas a sus titulares en el país de origen.
En la mayoría de las ocasiones, no se detectaba su duplicación hasta el momento en que se habían realizado numerosas operaciones fraudulentas.
Una vez confeccionadas las tarjetas, éstas eran distribuidas entre diversas personas que actuaban como "pasadores".
Estos sujetos eran los encargados de su utilización fraudulenta mediante la realización de compras en establecimientos comerciales, a veces en connivencia con sus empleados, es decir, locales "blats", según el argot de estos delincuentes.
Como última fase, dentro de las funciones de la organización delictiva, ésta contaba con una serie de receptadores, personas que se encargaban de recibir la mercancía obtenida ilícitamente para darla salida en el mercado por un precio sensiblemente inferior al habitual.
El líder de la organización criminal, que ha sido detenido, descargaba sobre sus subordinados todo tipo de extorsiones, lesiones y secuestros, con la finalidad de recuperar deudas impagadas o, simplemente, por afianzar su autoridad hacia los demás.