Linares lleva al cine a Isaac Rosa
Si la publicación de la novela El vano ayer (Isaac Rosa, 2004) pillo a muchos por sorpresa, no menos perplejidad ha provocado ahora el hecho de que alguien se haya atrevido a llevarla al cine. En efecto, en La vida en rojo, que se estrena el viernes, el director Andrés Linares ha dado un salto mortal sin red: “Era consciente de que era una adaptación complicada”, cuenta el cineasta. “Es una novela muy literaria, tiene múltiples voces y el novelista se dirige al lector. Escribí un primer tratamiento y se lo envié a Isaac Rosa. ‘Es imposible’, me dijo. ‘Mi novela no es nada cinematográfica’. Al final acabamos escribiendo juntos el guión”.
Así, para intentar reflejar la complejidad de la novela, Linares ha optado por combinar varios recursos cinematográficos. “Se trata de una ficción que incluye partes de documental, reconstrucción de hechos reales, falsas entrevistas, material de archivo, etcétera”. No obstante, es posible que el escollo más difícil de salvar fuera intentar reflejar en pantalla la impugnación que hace el novelista de las ficciones sobre el franquismo (incluidas, ay, las antifranquistas).
No idealizar
¿Acaso la película de Linares no es una ficción antifranquista? “He tratado de no idealizar el pasado, evitar la nostalgia del ¡qué jóvenes éramos!, ¡qué rápido corríamos delante de los grises!”, asegura. “Cuando oyes hablar del 68 da la sensación de que España estaba medio vacía ese año. ¡Todo Dios estaba en París tirando adoquines! ¡Todos asistieron al recital de Raimon! La realidad era mucho más sórdida que todo eso. La inmensa mayoría no se metía en líos. No te signifiques, hijo, decían los padres de la época a sus pequeños. Este es un retrato sin épica de toda esa generación”, concluye