La Economía se enfría sin precipitaciones
El ritmo de crecimiento del PIB en el periodo estival bajó al 3,8%, dos décimas menos respecto al segundo trimestre del año, pero se mantiene dentro de las previsiones de Gobierno y expertos.
Sin prisa, pero sin pausa. La economía española prosigue su lento proceso de desaceleración, tal y como anticipan Gobierno y expertos. Según dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) el PIB creció un 3,8% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo del año precedente.
Este alza marca la suave curva de caídas que ha registrado el crecimiento de la economía a lo largo del ejercicio. Desde su cénit en el primer trimestre, con un crecimiento del 4,1% la economía ha ido enfriándose a razón de una décima en el segundo trimestre y otras dos décimas en el periodo estival.
En general, el dato fue aceptado como “positivo” por los expertos, aunque desde la secretaría económica del Partido Popular advirtieron de que el registro pone en peligro las previsiones para el próximo ejercicio. Así, Miguel Arias Cañete, secretario de Economía y Empleo del PP, aseguró que “terminaremos el año con menos crecimiento, más inflación y más paro”.
A falta de más información -al ser un indicador adelantado no se desglosa por componentes- ayer también se conoció que el avance intertrimestral se fija en 0,7% un dato que sí suscitó cierta preocupación entre los expertos. El director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, cree que esta cifra refleja con mayor exactitud la ralentización económica que la estadística interanual. De forma anualizada, (es decir, multiplicando el avance intertrimestral por cuatro) la cifra daría un crecimiento en el año del 2,8%, lo que en opinión de Izquierdo, está más en línea con la tónica de los indicadores adelantados.
“Pese a lo positivo del 3,8%, hay que tener en cuenta que la estadística arrastra la fortaleza económica de trimestres anteriores”, puntualiza Izquierdo. “Los datos de consumo, de confianza económica o inmobiliarios del tercer trimestre nos alertan de que el crecimiento no es en realidad tan fuerte”, asegura. Las estimaciones del IEE para final de año están en el 3,7%, una décima por debajo de lo previsto por el Gobierno o por la Comisión Europea.
Por su parte, el Banco de España, en su último Boletín Económico, estimaba una subida del 3,7% para este tercer trimestre del año, una décima menos de lo que finalmente ha fijado el indicador adelantado. En opinión de Ángel Laborda, director del gabinete de Coyuntura de Funcas (la Fundación de las Cajas de Ahorro) hay que relativizar las discusiones sobre la décima “arriba o abajo” del PIB, “lo que importa es la tendencia”, subraya. Para Laborda, las cifras resumen una desaceleración “ordenada”, motivada por el menor gasto en la construcción. En su opinión, en el próximo ejercicio la economía continuará enfriándose en torno al cuarto de punto básico al trimestre. Pese al optimismo de sus palabras, el economista también reconoce que “el ajuste inmobiliario va a ser importante” y pone en duda que la corrección del ladrillo no lleve a una ralentización de la economía más allá de la previsión del 2,3% para 2009 que Bruselas ha marcado para España. “No es tan preocupante porque por encima del 2% se sigue creando empleo”, sentencia.
Efecto inflación
Para que el PIB se salga de las previsiones gubernamentales, tendría que caer por debajo del 3,3% en el último trimestre del año. Este frenazo es improbable, aunque el último trimestre del año reflejará mejor el lastre del precio del crudo. Por ahora, los países que han publicado sus datos de crecimiento han sorprendido positivamente. Italia, Reino Unido, EEUU y Japón han registrado repuntes en su PIB y, a diferencia del caso español, los nuevos indicadores han dibujado una trayectoria ascendente.