La CMT abre la veda para que se suprima la cuota mensual del teléfono fijo
Obliga a Telefónica a ofrecerla más barata a sus competidores para que puedan revenderla y empaquetarla con otros productos, algo que también podrá hacer el operador dominante
La cuota de abono, ese histórico pago mensual de las líneas de telefonía fija (obligatorio se llame o no) puede estar en vías de extinción. Para el cliente, está en juego librarse al menos de parte de esos 13,70 euros que paga al mes (más el IVA, más la habitual subida del 2% de año). Para Telefónica, están en juego más de 2.700 millones de euros anuales que recibe por ese concepto.
La situación puede cambiar gracias a que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha obligado a Telefónica a ofrecer a todos sus competidores una oferta mayorista de cuota mensual. El precio mayorista fijado por la CMT es de 11,53 euros al mes, un 15,84% menos de lo que paga el cliente a Telefónica.
Una vez que se fija un precio mayorista, con margen suficiente respecto a lo que cobra Telefónica a sus clientes, se abre la veda para que se compita ofreciendo cuotas mensuales más baratas. Pero además, los operadores alternativos podrán hacer ofertas conjuntas de cuota mensual más llamadas jugando con la suma del margen que tienen en uno y otro caso.
En ocho meses
Telefónica dispone ahora de ocho meses para hacer efectiva esta obligación. La CMT le ha prohibido que lance antes una oferta propia a sus clientes que agrupe la cuota mensual con otros servicios como llamadas o Internet. Pero una vez se cumpla lo estipulado, vía libre. Cuando se ofrecen servicios a un precio conjunto siempre es más barato que los diferentes servicios por separado.
La cuota mensual la pagan alrededor de 12 millones de hogares. Son la mayoría clientes directos de Telefónica pero también casi todos los que, teniendo contratado a otro operador, siguen recibiendo la factura mensual del antiguo monopolio por ser a quien le alquilan la red todas las demás compañías. Todas, salvo las de cable (Ono, Euskaltel, Telecable y R).
Hasta ahora, sacar a Telefónica del hogar de un cliente sólo era rentable para ofrecer acceso a Internet o televisión de pago. Esto es porque la relación entre Telefónica y el cliente final se corta sólo al instalar equipos propios en el último tramo de la red. Poco más de medio millón de hogares son clientes de compañías que han hecho el esfuerzo inversor que acaba con esa cita mensual.
En octubre había 12,6 millones de líneas fijas residenciales, de las que 6,07 millones tenían ADSL. Es decir, la mitad de los hogares sufre la imposibilidad de recibir una oferta conjunta que les reduzca el coste mensual de los servicios contratados. Para colmo, son los únicos a los que Telefónica aplicó la subida de tarifas del 3,7% en marzo.