Reforma, sí, pero relativa
Soy tan mayor que tengo que acordarme de Zorrilla, que nunca cobró derechos de autor. Su Tenorio ha hecho ricos a millones de empresarios, centenarios de gerentes y decenas de actores.
Hoy, Zorrilla –sospecho– seguiría sin tener copyright, pero, por si acaso, los derechos intelectuales conviene ampliarlos. Por eso digo “relativamente”, porque estoy a favor de ampliar los derechos intelectuales de los creadores, pero no los derechos de los dueños de los creadores. O sea, que el copyright si es para mis nietos, sí; si es para los nietos de mi productor, no.
Mal asunto cuando los que se reunen alrededor de la oveja muerta del copyright no son cazadores (músicos, cineastas, escritores), sino letrados, catedráticos, especialistas... Sospecho que al final a la oveja muerta del copyright se la va comer un señorito que no está en el monte. El amo.
Cultura gratis, sí en un mundo en el que todo sea gratuito –la cesta de la compra–, donde los gobernantes trabajen gratis y hasta los periódicos no cuesten nada. Gratis, sí; gilipollas, no.
*José Luis García Sánchez es director de cine y Goya al mejor guión por Belle Époque