El dólar subió en Asia al máximo de un año contra un cesta de divisas, impulsado por los descensos del euro y el dólar australiano, al tiempo que el yen se disparó por una huida a monedas más seguras.

Después del respiro del lunes, cuando las acciones globales subieron por el plan de rescate del gobierno estadounidense para sus principales entidades hipotecarias, los participantes del mercado señalaron que los inversores volvieron a abandonar los carry trades (endeudamiento en divisas de baja rentabilidad para invertir en activos con tipos más altos).

El yen subió un uno por ciento contra el euro y provocó el repliegue de la moneda única a un mínimo de 11 meses respecto al dólar.

"El mercado vuelve a pensar en los males crediticios y la desaceleración económica. El yen se compra en todos los cruces", expresó Hideaki Inoue, jefe de cambios de Mitsubishi UFJ Bank.