Cuba encaja el ataque de ‘Ike’
Las zonas montañosas del oriente de la isla reducen el poder destructor del huracán.

Un hombre aseguraba las ventanas de su casa en el malecón de La Habana horas antes de la llegada del Ike. Alejandro Ernesto / efe
Las montañas de la provincia de Holguín, en el extremo nororiental de Cuba, salvaron al resto del país de una catástrofe de proporciones históricas. Ike, el demoledor huracán de fuerza 4 encontró en estas cumbres su tumba. Llegó esta madrugada a La Habana desdibujado , casi transformado en una ciclón de fuerza oscilante entre 1 y 2 de los cinco de la escala Saffir-Simpson.
Hubo vientos de 120 kilómetros por hora y lluvias intensas. Varias zonas de la ciudad se encuentran inundadas, entre ellas algunas calles del barrio de Habana Vieja.
Sólo el mar Caribe se comportó como se esperaba. Se tornó negro y olas de tres metros comenzaron a minar las defensas del Malecón como si fueran de cartón piedra. Varias partes del paseo quedaron inundadas por el agua, que penetró hasta 30 metros en el casco urbano. No hay tráfico y la electricidad se encuentra cortada. El aeropuerto quedó cerrado el domingo y más de 5.000 turistas fueron realojados en hoteles seguros de la ciudad.
Como ocurrió con el Gustav, Cuba no registró víctimas mortales. Un éxito que el Consejo de Estado volvió a exaltar como un logro de la Revolución. A primera hora de ayer, Orestes, un taxista del Capitolio, recibió la orden expresa de adelantar el final de su jornada laboral. "A las 18 horas termino el servicio. No podemos circular en alarma ciclónica. La vida es lo primero", señala.
La Habana era este lunes una ciudad en guerra. Patrullas de la policía recordaban, calle por calle, las instrucciones. "No salir, no ser indisciplinados, no hacer locuras", vociferaba por la tarde un agente con un megáfono en la Plaza Vieja, muy cerca del puerto de la capital.
El día marcó el límite para que los ciudadanos de la capital pudieran hacer acopio de víveres. Los edificios con más de cuatro plantas fueron parcialmente desalojados y sus propietarios reubicados en casas más bajas o en albergues del Gobierno.
"Raúl no quiere víctimas"
La orden estricta del Consejo de Estado es reducir el balance de bajas humanas a cero. "Raúl no quiere víctimas. El prestigio de Cuba se juega en este tipo de fenómenos. Para nosotros es como si llegara la guerra. Estamos muy preparados", comenta un joven panadero del barrio de Centro Habana.
Pablo vive en la cuarta planta de un bloque de viviendas de Habana Vieja. Su terraza es un mirador privilegiado. El primer impacto del Ike en La Habana se registró a las 23.30 horas. Su imponente aspecto ya no asustaba. Descargó agua como al principio de los tiempos pero el viento no superó los 120 kilómetros por hora.
"Gracias a Yemayá que nos protege, la Virgen de Regla para los orishas que llegaron de África, nuestra diosa del agua", recita una negra santera de Habana Vieja.
Sea por Yemayá o por el emparedado que le prepararon dos anticiclones para que siguiera la ruta terrestre, Ike encontró la puerta de entrada en Cuba por Punta Lucrecia, cerca de la ciudad de Baracoa. Las provincias de Guantánamo, Santiago, Holguín y Las Tunas fueron lanzadas al infierno. Las infraestructuras turísticas están pulverizadas y sus viviendas han sido reducidas a escombros.
'Ike' se ceba con Haití
48 muertos; 13 niños
El paso de un huracán por regiones en condiciones precarias suele ser especialmente devastador. Así ha sucedido en Haiti, el país a la cola de todo el continente americano en cuanto a desarrollo. Las inundaciones provocadas por Ike en la localidad de Cabaret, a 24 kilómetros de Puerto Príncipe,han matado a 48 personas, de las que al menos 13 eran niños.
Situación "dramática"
El domingo, la primera ministra de Haiti, Michèle Pierre-Louis, describió la situación como "dramática". El reciente paso de la tormenta tropical Hanna y los huracanes Gustav y Fay ha dejado 600 muertos en este país.
44.000 evacuados
En las Bahamas, el huracán ha arrancado de cuajo los tejados de muchas viviendas, árboles y postes eléctricos; y en la República Dominicana ha inundado amplias zonas, aunque no se han registrado víctimas, tras la evacuación de más de 44.000 personas.
Emergencia en Florida
El presidente norteamericano, George Bush, ha declarado el estado de emergencia en Florida. Sus cayos, al sur de la península, esperan la posible llegada del huracán. Los habitantes han sido evacuados.