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Domingo, 7 de Septiembre de 2008

Zapatero anuncia una subida del 6% en las pensiones mínimas

El presidente cree que son gestos como éste los que hacen frente a la crisis, en alusión a las críticas del PP, a quienes ha "invocado" a "la compasión para que respeten a la gente que quiere recuperar" a los desaparecidos en la Guerra Civil y la dictadura

GONZALO LÓPEZ ALBA ·07/09/2008 - 15:20h

José Luis Rodríguez Zapatero ha cumplido con el rito de reservar para la fiesta anual de Rodiezmo (León) el anuncio de que su Gobierno subirá las pensiones mínimas por encima de la inflación. El incremento será del 6% en 2009, por encima de la inflación prevista, y con el objetivo de que al final de la legislatura acumule un 25%.

El presidente del Gobierno presentó su perfil más de izquierdas, como acostumbra en esta fiesta campestre, que hermana a socialistas y sindicalistas de Asturias y de León, y en la que inaugura el curso político desde que en 2000 fue elegido secretario general del PSOE.

“Quiero decir al país que si hay que hacer un esfuerzo en una situación difícil, yo voy a dedicar los recursos a ayudar a los pensionistas y a los trabajadores, pero que no me pidan dinero para salvar empresas que han tenido grandes beneficios a través de procesos que en ocasiones no han sido buenos para la economía”, afirmó el jefe del Ejecutivo.

"Que no me pidan dinero para salvar empresas que tuvieron grandes beneficios"

Aludía Zapatero, aunque no lo citó directamente, a casos como el de la constructora Martín-Fadesa, que no a la generalidad de los empresarios, porque en su discurso situó como prioridad apoyar “a las familias y a las empresas” para recuperar el crecimiento y la creación de empleo.

Ante el secretario general de UGT, que intervino previamente, renovó su compromiso con el diálogo social para acordar no sólo las políticas de empleo, sino también la industrial, la energética y “los grandes esfuerzos inversores del Estado”. En lo que hace a la energía, se reafirmó en que “no será mi Gobierno el que, aprovechando las circunstancias, apueste por la energía nuclear”.

Sin embargo, pasó por alto la polémica sobre el cerrojazo a la inmigración y evitó responder directamente a las amonestaciones de Cándido Méndez, con el que compartió la tribuna de oradores, aunque sus últimas palabras fueron para proclamar que el PSOE y la UGT “estamos de la mano y del corazón, corazón con corazón”.

“Una tarea nacional”

“Confianza” fue la palabra que utilizó una y otra vez, evitando hablar de “crisis” para referirse al “frenazo de la economía”. En el marco de lo que calificó de “una tarea nacional”, censuró que la derecha, “que tanto habla de España, no diga ni una sola palabra de confianza en España”.

Lejos de esa actitud, sostuvo que “este país sigue en marcha y con fuerza inversora”, y defendió que “el gasto más productivo es el que se hace en educación, en sanidad, en protección social y en la dignidad de la mayoría”.

Extender los derechos

Zapatero destacó también que aunque su prioridad es superar la crisis económica, “no es nuestra única tarea” como Gobierno, por lo que “vamos a seguir impulsando políticas de extensión de los derechos y libertades”. En este capítulo, apeló al valor moral de “la compasión” para que el PP “ayude y no politice” la localización de los restos de las víctimas republicanas de la guerra civil.

También acusó a los gobiernos autonómicos del PP de “boicotear” el desarrollo de la ley de ayuda a la dependencia para la que, según dijo, se incluirá una partida de 1000 millones en los presupuestos de 2009. Otros mil millones se destinarán al plan para crear una red de escuelas infantiles para niños de hasta tres años.

Tras comprometer su palabra en que “vamos a seguir con nuestro programa electoral y con nuestros valores”, las últimas palabras del máximo dirigente soc ialista fueron para lanzar una proclama: “Somos un partido que quiere servir ante todo a los trabajadores y a los más débiles, un partido socialista, obrero y muy español”.