La reconducción del negocio frente a crisis anteriores ha permitido a muchas compañías afianzarse y encarar con mayor confianza el nuevo bache. Un ejemplo es Informatización de Empresas, que pese a verse afectada su actividad por el declive del sector inmobiliario, prevé seguir aumentando su facturación.

La empresa nació en 1985, cuando la informática personal empezó a generalizarse en España. Sin embargo, pocos programas había para el uso de los ciudadanos. Lo vieron pronto un grupo de cuatro amigos que entre todos reunían estudios de empresariales, ingeniería en telecomunicaciones y economía. Formalizaron una sociedad que optó por crear herramientas para facilitar a través del ordenador las tareas de gestión. Comercializaron programas para residencias geriátricas, administradores de fincas y otros negocios, que utilizan su software para la facturación, la contabilidad y el almacenaje de información.

El proyecto sufrió un punto de inflexión en la crisis de principios de la década de 1990. "Perdimos a nuestros clientes", explica el presidente de la sociedad, Javier Martínez. Después de retirarse dos de los socios, los dos restantes vieron que, en un momento de crisis, uno de los nichos donde podían tener un futuro algo más claro era en el negocio del administrador de fincas. Se dedicaron a explorar cuáles eran sus necesidades. "Los gastos de comunidad son los primeros que se dejan de pagar en un momento de crisis. Es necesario que el administrador mantenga un buen control en la gestión", señala Martínez.

Tuvieron en cuenta que en España una administradora de fincas se encarga de una media de unas 50 comunidades. Lo que significa que recibe centenares de facturas, entre las procedentes de contadores, ascensores y reparaciones. Ellos podían facilitarles el trabajo. Desde 1992 se centraron en este sector profesional.

El programa informático que comercializan desde entonces controla los recibos, que antes se emitían a mano, y "facilita la detección de impagados", evitando tener que archivar documentos en formato papel. También realiza un control de gastos y de incidencias y averías en la comunidad de vecinos, logrando una resolución más ágil mediante el ordenador.

Informatización de Empresas ha vendido más de 6.000 programas entre los 14.500 profesionales colegiados que hay en España, lo que significa que con el producto ha alcanzado el 45% del mercado. La compañía ha crecido, pasando de tener dos a 38 empleados. Casi la mitad, 15, se dedican a desarrollar los programas de la compañía.

Cada año suma entre 400 y 500 clientes nuevos. El negocio no se basa sólo en la venta del programa, para la que sólo trabajan cuatro empleados, sino en el servicio post-venta: la mayor parte, 19 personas ayudan a usar el programa a los clientes, que además de abonar los 600 euros que les cuesta el producto, pueden optar por este otro servicio de mantenimiento mensual.

Esta segunda parte del negocio supone ya el 50% de los ingresos de la empresa. Y este año, ante la previsión de un descenso de ventas por la crisis, se calcula que suponga el 60% de la facturación.

Nuevo revés
Tras la crisis de 1990, Informatización de Empresas también ha notado la actual. Empezó con la explosión de la burbuja inmobiliaria. Además de programas para administradores de fincas, también vendían su producto a APIS que se dedican a la compraventa de vivienda. Desde hace dos años, "cada mes vamos perdiendo los clientes, a medida que cierran las inmobiliarias", admite. Pero su negocio principal, el administrador, está a salvo, e incluso este año la empresa contratará más personal. ecesarias para el servicio postventa, ya que en este otro sector prevén un aumento nuevo de 400 clientes. Su perspectiva es copar el 70% del mercado.

Un programa de control a distancia y para el fin del papel
IESA se dedica a abrir comunidades virtuales de vecinos para facilitar la comunicación a través de la red. Los propietarios de una comunidad cuentan con un password y sólo ellos pueden consultar toda la información correspondiente a su finca. Cualquier propietario que detecta un escape de agua, gas o una avería en el ascensor puede comunicarlo a través de Internet al administrador de fincas, que envía un mensaje desde el ordenador al móvil del albañil, fontanero o persona que trabaje con el despacho para solucionar el problema.

Con el ordenador, todos los vecinos conocen al momento la situación real de la incidencia, así como cualquier acta o convocatoria sin moverse de casa. "Es una buena solución sobre todo para las comunidades de la costa", en las que residen extranjeros que no pueden desplazarse y de esta forma siguen los problema a tiempo real.Además, IESA ha llegado a un acuerdo con Repsol para prescindir del papel. "En España hay grandes emisoras de facturas", dice Javier Martínez, presidente de IESA. Sólo Telefónica emite unos 400 millones al año. La intención de IESA es prescindir del papel mediante la digitalización de los documentos. No es nada nuevo, pero sí que requiere que las compañías emitan documentos en formato xml, y no pdf, ya que el primero permite la compatibilidad entre sistemas para compartir la información de una manera segura.