Una intervención temprana ayuda a los bebés que nacen sordos
Los bebés con pérdida permanente de la audición obtienen buenos resultados en términos de desarrollo del lenguaje si desde antes de los 3 meses de edad reciben programas de intervención, indicó un nuevo estudio.
Normalmente, los niños con sordera moderara a profunda dan signos de retraso en el desarrollo del lenguaje entre los 12 y los 16 meses de edad, comparados con aquellos con sordera leve a mínima, explicó un equipo de investigadores en la revista Pediatrics.
Estudios previos demostraron que los niños sordos o con hipoacusia sin diagnóstico e intervención temprana para mejorar el desarrollo del lenguaje no alcanzan al resto de los niños sin problemas auditivos en las habilidades del lenguaje o "sociales, de aprendizaje y académicas", destacó el equipo de la doctora Betty Vohr, de la Brown University, en Providence.
"Esto reduce sus posibilidades laborales en la edad adulta", añadieron los autores.
La evidencia comenzó a surgir recién en la década de los 90: "los niños con pérdida de la audición que recibían una intervención antes de los 6 meses de edad lograban un nivel de lenguaje comparable con el de los chicos con audición a los 3 años de edad".
En el nuevo estudio, el equipo analizó el nivel de aprendizaje del lenguaje en 30 bebés con sordera leve a profunda, de los cuales algunos habían recibido una intervención temprana, y los comparó con 96 bebés con audición normal (controles).
Comparados con los niños con sordera leve a mínima y el grupo de control, los bebés con sordera moderada a profunda obtuvieron resultados significativamente más bajos para la comprensión de frases y palabras, la producción de palabras y los gestos.
La participación en una intervención temprana, hasta los 3 meses de edad, estuvo asociada con resultados más altos en cuanto a cantidad de palabras comprendidas, palabras producidas y gestos que la participación de bebés de 3 meses o más.
El equipo señaló que se desconoce si los chicos con sordera moderada a profunda podrán "alcanzar" a aquellos con sordera leve a mínima.
Tampoco se conoce si el grupo con sordera leve a mínima comenzará a quedar retrasado con respecto a sus pares con audición normal a medida que el lenguaje se vuelva más complejo y que la exposición a ambientes ruidosos aumente.
FUENTE: Pediatrics, septiembre del 2008