Mientras que el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, se mostraba esta mañana optimista con la posibilidad de que los tres españoles que siguen retenidos en Chad por el caso de la ONG francesa Arca de Zoé, cientos de personas se han manifestado hoy en Chad exigiendo que los europeos sean juzgados en el país africano y lanzando gritos contra el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. 

En concreto han criticado el viaje relámpago del pasado fin de semana de Sarkozy para llevarse de vuelta a los tres periodistas franceses y a las cuatro azafatas españolas: "Queremos que esa gente enferma sea juzgada aquí", sostenían los manifestantes, a la vez que acusan al presidente francés de haberse convertido en el "campeón del tráfico de niños".

Las promesas de Sarkozy de regresar a Chad para llevar a Francia al resto de los detenidos "no importa lo que hayan hecho" para que sean juzgados en el país galo, no han sentado nada bien a los africanos, por lo que parece difícil que el presidente francés y su homólogo chadiano, Idriss Deby, se vuelvan a poner de acuerdo.

Buenos síntomas 

Entre tanto, el abogado de los tres españoles, Jean Bernard Pedaré, se ha mostrado optimista hoy por el hecho de que los acusados no hayan sido llamados a participar en un careo entre los franceses derenidos y las autoridades de Chad. Según él, esto implicaría que la justicia no los considera implicados.

Por su parte, uno de los abogados de los franceses detenidos, Mario Stassi, que ha estado presente en el careo, ha confirmado que los españoles no sólo no fueron citados, sino que tampoco fueron mencionados. Padaré presentó el pasado lunes una petición de libertad provisonal en favor de los tres tripulantes españoles del avión que iba a ser utilizado para el transporte de niños y que están detenidos en el Chad desde el 25 de octubre.

El abogado espera que el juez apruebe la libertad provisional el viernes o a comienzos de la semana que viene.

Sarkozy, por su parte, se reune hoy con los familiares de los detenidos.