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Miércoles, 3 de Septiembre de 2008

Palin se presenta en sociedad

La candidata republicana a la vicepresidencia de EEUU logra eclipsar a Obama con su controvertida historia personal 

ISABEL PIQUER ·03/09/2008 - 21:54h

Sarah Palin y el candidato republicano, John McCain

El huracán Sarah Palin llegó a Saint Paul con su vendaval de polémica y su lluvia de cotilleos. Y con Sarah llegó Bristol, su hija adolescente, cuyo embarazo se ha convertido en un asunto de intenso escrutinio electoral.

La gobernadora de Alaska salió del mutismo de estos últimos días, desde el escándalo, y pronunció su primer gran discurso político ante los 19.000 asistentes a la convención republicana que aclamaron su candidatura a la vicepresidencia.

Palin, su familia y las continuas revelaciones sobre sus años de alcaldesa de la pequeña localidad de Wasilla han provocado reacciones tan contradictorias y tan intensas que ha conseguido lo que parecía imposible en esta campaña: eclipsar a Barack Obama.

La gobernadora preparó cuidadosamente su intervención, encerrada desde el pasado domingo en una suite del Hilton de Minneapolis, rodeada y aconsejada por los asesores de McCain. "Está muy entusiasmada", dijo la portavoz de Palin, Maria Comella, "quiere absorber toda la información posible".

La nueva candidata tenía previsto centrar su discurso, que pronunció de madrugada, hora española, en la independencia energética, tema que conoce bien, y en la necesidad de reformar el Gobierno, sin insistir en la novedad de ser la primera mujer nominada por los conservadores a la
vicepresidencia, y evitando a toda costa los informes de política exterior.

Palin sólo ha viajado en un par de ocasiones fuera del país, al vecino Canadá, a Irak, a visitar las tropas nacionales de su estado, y a México de vacaciones.

"Un regalo más"

No mencionó, por supuesto, el embarazo de su hija soltera, Bristol, de 17 años, y su inminente boda con el padre de la criatura, Levi Johnston, de 18, estrella del equipo local de hockey sobre hielo, que también asistió a la convención.

Su madre, Sherry Johnston, aseguró a la prensa que estaba algo preocupada por la idea de ver a su hijo en semejante tesitura ante la despiadada mirada de las televisiones. Los dos adolescentes, dijo, iban a casarse de todas formas; el niño "fue un regalo más".

Palin, con su narrativa personal, madre de cinco hijos, el último de ellos con síndrome de Down, se ha convertido en la heroína de los conservadores y ha reavivado la guerra cultural entre demócratas y republicanos: el derecho al aborto, el creacionismo en las escuelas o el papel de la religión en las instituciones caritativas y en la vida pública.

La situación familiar de Palin podría favorecerla en la campaña electoral 

Incluso el embarazo de su hija soltera no ha afectado de momento a su candidatura, aunque es difícil valorarlo en la tormenta mediática. Su situación, en apariencia contradictoria para una familia estrictamente evangélica, se asemeja tanto a la de muchas familias estadounidenses que su pura normalidad podría convertirse en una baza electoral.

No hay nada que el votante de este país aprecie más que la cercanía, o la percepción de cercanía, de sus candidatos, más allá de sus cualificaciones profesionales.

Palin dice también mucho sobre lo que parece haber sido un peculiar proceso de selección del equipo de McCain. The Washington Post afirmó que la gobernadora no fue objeto de una investigación tan exhaustiva como suele ser el caso de los candidatos a vicepresidente.

Proceso de selección 

En el cuestionario detallado que tuvo que rellenar para evitar malas sorpresas, Palin sólo reveló el embarazo de su hija tres días antes del anuncio oficial, el pasado sábado. También contó la multa que le pusieron por pescar sin permiso y el arresto de su esposo hace más de 20 años por conducir borracho. El equipo decidió entonces seguir adelante.

"Fue una decisión política, estimamos que el pueblo estadounidense no plantearía objeciones a una candidata con una hija adolescente embarazada", dijo al Post Steve Schmidt, uno de los estrategas de McCain.
"No la consideraron seriamente para el puesto hasta cuatro o cinco días antes", contó una fuente republicana de la campaña, "todo tuvo que hacerse con prisas porque McCain no consiguió lo que quería. Quería a Joe (Lieberman, amigo personal, ex candidato demócrata a la vicepresidencia en 2000) o Ridge (Tom Ridge, ex gobernador de Pensilvania)".

De ahí que se escaparan estallitos de su pasado político, como el hecho de que en abril, Palin limitara la financiación de un programa de ayuda a adolescentes con problemas, especialmente madres solteras, o historias locales de su etapa de alcaldesa de Wasilla, 7.000 habitantes, cuando intentó prohibir ciertos libros "amorales" de la biblioteca local.

La prensa, que se ha cebado en el asunto, también ha cometido sus estropicios habituales. Resultó que una de las historias de portada de The New York Times, según la cual Palin había sido miembro del Partido Independentista de Alaska, era falsa. Llevaba desde los ochenta siendo una republicana fiel.