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Miércoles, 3 de Septiembre de 2008

El más rico del fútbol

Al-Fahim promete el fichaje de Cristiano Ronaldo para el mercado de invierno por 170 millones

RUT VILAR ·03/09/2008 - 13:29h

A Roman Abramovich le ha salido competencia. Y alguien capaz de pagar 40 millones de euros al contado por un futbolista (Robinho) no parece que vaya de farol. Esa ha sido la carta de presentación en el mundo del fútbol de Sulaiman Al-Fahim, el Donald Trump de Abu Dhabi (la segunda ciudad en población de los Emiratos Árabes Unidos).

El nuevo dueño del Manchester City, no contento con su hazaña, se marca un nuevo reto: “Cristiano Ronaldo ha dicho que quiere jugar en el club más grande del mundo; en enero, veremos si es un tipo serio”. El multibillonario árabe ya ha avanzado que ofrecerá 240 millones de dólares (170 millones de euros) al United por el traspaso del portugués cuando se abra el mercado de invierno.

El grupo de inversión y desarrollo Abu Dhabi United Group, que dirige Al-Fahim, compró el lunes al hasta ahora presidente del City, el tailandés Thaksin Shinawatra, sus acciones del club. Dicha empresa está relacionada con la familia real de los Emiratos, uno de los estados con mayor producción de petróleo del mundo.

La operación, todavía pendiente de la aprobación de la Premier y la Federación inglesa, acaba así con la controvertida presidencia del ex primer ministro de Tailandia, exiliado en Londres al ser depuesto por un golpe de Estado.

Los precedentes

La llegada de ricos empresarios extranjeros al fútbol inglés no es nada nuevo. Hace ya una década, el egipcio Mohamed Al-Fayed, dueño de Harrods, compró el Fulham por 7,5 millones de euros. De hecho, de los cuatro grandes de la Premier (Arsenal, Chelsea, Manchester United y Liverpool), sólo los gunners cuentan con un accionista mayoritario inglés. El Arsenal resiste, a pesar de la llegada del uzbeco Alisher Usmanov, un magnate del acero y la minería que es el segundo máximo accionista del equipo londinense.

Entre los nuevos dueños de los clubes de la Premier, coinciden varios norteamericanos. Lerner, del Aston Villa, es también el propietario de los Cleveland Browns, de la NFL.

Hicks, uno de los dos patronos del Liverpool, posee los Stars de Dallas, también de la NFL, y los Rangers de Texas de la Major League Baseball. Malcom Glazer, el envidiado capataz del United, posee el Tampa Bay Bucaneers, también de la Liga de Fútbol Americano. Glazer protagonizó el otro gran desembolso de la temporada con el fichaje de Berbatov.

Los hay con negocios más controvertidos, como el ruso de origen israelí Alexandre Gaydamak, del Portsmouth, de quien se apunta que hizo fortuna con el tráfico de armas. O el propio Abramovich,

que comenzó a amasar su inmensa fortuna tras su apoyo en campaña a Boris Yeltsin. Otros llegaron al fútbol inglés tras realizar labores más curiosas, como el expresidente de la Federación Islandesa, Eggert Magnusson, ahora propietario del West Ham.

Los atractivos

La liga inglesa sigue siendo la más rentable en lo que al fútbol se refiere. Por ello y por la notoriedad que ofrece, atrae a estos empresarios. La Premier es el torneo europeo que mueve más dinero por derechos de televisión y no sólo del mercado doméstico, pues el gran interés que despierta el fútbol inglés para el mercado extranjero le reporta buenos beneficios.

También dominan el mercado en ganancias por mercadeo. Sin olvidar que hay quien cree que el fútbol ofrece muchas posibilidades a estos multimillonarias para blanquear dinero.

Un inglés en la Liga BBVA

En la Liga BBVA no hay aún un caso comparable, aunque el primero se puede dar en breve. Vicenç Grande, máximo accionista del Mallorca, puede vender el club a un inversor británico: Paul Davidson. Grande tiene sus empresas intervenidas y será el juez quien decida si se hace la venta.

En su momento, Piterman apareció para arrasar a Racing y Alavés. Muchos clubes españoles dividen sus acciones en pequeños grupos de propietarios, lo que evita situaciones como las de la Premier. Una excepción curiosa es la del Málaga: el 49% es de su presidente, Fernando Sanz, y el 51%, de su esposa.