Los ancianos chilenos celebran que sobrevivieron al invierno
La bisabuela Teresa Castro, de 84 años, está tan contenta de haber sobrevivido al invierno del hemisferio sur que se ha unido a miles de ancianos chilenos en una fiesta para celebrar que "pasaron agosto", el último mes de frío en el sur.
Castro y su marido, de 83 años y sordo tras una vida de trabajar en la industria textil, bailaron y compartieron junto a otros 3.000 jubilados una fiesta organizada por el Gobierno para celebrar el final del invierno, en una ciudad donde la contaminación del aire y las bajas temperaturas aumentan la mortalidad por enfermedades respiratorias.
La presidenta Michelle Bachelet, la primera mujer en gobernar Chile y que puso en marcha una reforma para mejorar las pensiones de los más pobres, participó en la celebración e incluso tomó parte en una sesión de aerobox, una forma de aerobic con música electrónica.
"Pasamos agosto", dijo Bachelet a los jubilados, muchos de los cuales vestían trajes típicos, después de bailar la danza tradicional de Chile, la cueca.
ALTA CONTAMINACIÓN
Las fiestas de septiembre, el mes en el que llega la primavera, se celebran en Chile desde hace varias generaciones, especialmente en la capital, que acoge a una tercera parte de la población del país y tiene el aire más contaminado de la nación.
Santiago sufre en invierno una de las concentraciones más altas del mundo de partículas en suspensión en un centro urbano, y las enfermedades respiratorias comunes pueden ser mortales para los ancianos.
La capital chilena está rodeada de montañas que impiden la circulación de un aire cargado con el humo de los motores de los vehículos y de las industrias. En invierno, la capa de contaminación desciende peligrosamente hasta la superficie.
"Estamos felices porque pasamos agosto y gracias a Dios no nos enfermamos, ninguno de los dos", dijo Castro mientras bailaba junto a su marido, con quien lleva casada durante 59 años.
"Cuando vengo al centro, me ahogo", añadió.
La fiesta de "Pasamos agosto" también es popular en otros lugares de Chile, especialmente en el sur, donde los meses de invierno se ven acompañados de lluvias heladas e incluso nieve.*.