Reuters - El tenista mallorquín Rafael Nadal, máximo favorito del Abierto de Estados Unidos, piensa emplearse a fondo cuando luche el jueves por un hueco en la tercera ronda del último grand slam de la temporada. En la imagen, el español Rafael Nadal tras ganar un punto al alemán Bjorn Phau durante su partido de primera ronda en el Abierto de Estados Unidos en Flushing Meadows, en Nueva York, el 25 de agosto de 2008. REUTERS/Kevin Lamarque

El tenista mallorquín Rafael Nadal intentará subir el ritmo el sábado en el Abierto de Estados Unidos en la tercera ronda del torneo, en el que es el máximo favorito, cuando se enfrente al serbio Victor Troicki.

Aunque Nadal, que aspira a ganar su tercer gran slam del año, no ha perdido ningún set en sus dos primeros partidos en Flushing Meadows, ha asegurado que tiene que estar en guardia ante Troicki, que está en el puesto 71 de la clasificación mundial.

"Tengo que mejorar para mi próxima ronda, y ahora tengo un oponente duro", comentó.

"Juego contra Troicki. Tiene un buen servicio y está jugando bien. Sé que tengo que jugar bien para intentar ganarle", añadió.

David Ferrer, cuarto cabeza de serie y que el año pasado ganó a Nadal en cuartos de final, juega en otro partido de tercera ronda contra el japonés Kei Nishikori, que está escalando puestos en la clasificación.

Otros grandes nombres que juegan el sábado son el británico y sexto preclasificado Andy Murray y el estadounidense James Blake.

En la competición femenina, la campeona de Wimbledon Venus Williams y su hermana Serena intentarán subir otro escalón hacia cuartos de final en sus partidos de tercera ronda.

Venus, séptima cabeza de serie, abre los partidos del día en el Estadio Arthur Ashe con un partido contra la ucraniana Alona Bondarenko, mientras que Serena, cuarta preclasificada, se verá las caras con la japonesa Ai Sugiyama.

Y por su parte, la francesa Julie Coin, que eliminó a la número uno del mundo Ana Ivanovic en la ronda anterior, jugará contra el ex número uno del mundo y compatriota Amélie Mauresmo por un hueco en octavos de final.

/Por Simon Cambers/