Un 'hacker' británico podría ser extraditado a EEUU por "el mayor ataque" informático hacia ese país
Gary McKinnon teme por sus "derechos humanos" en caso de ser juzgado en Norteamérica. Se le acusa de haber asaltado sistemas informáticos de la Nasa, el Pentángono y el ejército con un coste en daños de medio millón de euros

Gary McKinnon.
Un informático británico, acusado por los Estados Unidos del "mayor ataque 'hacker' de todos los tiempos" al ejército de ese país, ha perdido la apelación que había interpuesto ante la Corte Europea de Derechos Humanos, y podría ser extraditado finalmente a ese país en cuestión de semanas.
Gary McKinnon, de 42 años, pidió a la CEDH el bloqueo de su extradición a los EEUU, alertando del posible "trato inhumano" al que podrían someterle de ser condenado allí. Pero la corte rechazó la apelación. McKinnon podría enfrentarse ahora a más de 70 años de prisión si es finalmente condenado por acceso ilegal a cierto material informático restringido, incluyendo ordenadores del Pentágono, el ejército, la marina y la Nasa, con un coste total en daños de alrededor de 700.000 dólares (cerca de medio millón de euros).
"La apelación está perdida", dijo Karen Todner, representante legal de McKinnon. "Está totalmente angustiado, todos lo están: su familia, su novia...". Todner declaró que su cliente apelaría ahora a la ministra de Interior británica, Jacqui Smith, para intentar que reconsidere la opción de procesarle en su país, "en el caso de que no sea extraditado... probablemente durante las próximas tres semanas".
'Sólo' un "idiota informático" obsesionado con los aliens
McKinnon ha sido recientemente diagnosticado del Síndrome de Asperger y espera que Smith lo tenga en cuenta. El 'hacker' también perdió la apelación el pasado julio elevada al Tribunal Supremo británico para impedir su extradición al país norteamericano. Hace un par de años, el acusado declaró que sólo era "un idiota informático" que quería averiguar si los aliens existen realmente; según dijo, acabó obsesionándose con las redes militares para conseguir información sobre el tema.
Sus abogados alegan que, enviándole a los Estados Unidos, podrían verse vulnerados sus drechos humanos, pues podría ser procesado teniendo en cuenta su nacionalidad y sus opiniones políticas.