Archivo de Público
Domingo, 24 de Agosto de 2008

'Tuning' de condones contra el sida

Un proyecto lucha contra la resistencia al uso de preservativos en muchos países

AINHOA IRIBERRI ·24/08/2008 - 12:14h

En el colmo de la originalidad, lo último en objetos customizados es el condón. No se trata de una rareza, sino de una vía para luchar contra el estigma que aún acompaña a estos objetos en gran parte de los países en vías de desarrollo. Se trata de decorar los preservativos con diversos motivos y, tras ponerles un imperdible (que no lo atraviesa, claro), colgárserlo en la solapa, cual chapa de última moda.

El fundador de The Condom Project, Franck de Rose, activista gay desde hace más de dos décadas, pensó en 2003 que había que idear una forma de discutir sobre los preservativos que superara cualquier barrera religiosa, cultural y social. A su juicio esto revertiría, de una u otra forma, en una mayor utilización de este método de protección de barrera, que en la actualidad es la única forma de prevención demostrada contra la infección por el VIH en personas no célibes.

El proyecto de tuneado de condones impulsado por De Rose funciona ya en nueve países de África, Asia y América. Los responsables de la idea aprovecharon la reciente Conferencia Internacional sobre Sida, celebrada en Ciudad de México, para impulsar su visibilidad. Durante el encuentro, los asistentes pudieron aprovechar para decorar un preservativo a su gusto y colocárselo en la chaqueta.

Comodidad y no vergüenza 

La directora de desarrollo de The Condom Project, Marlyn Halper, asegura que los jóvenes que customizan condones, aunque lo hagan a una edad temprana y sin ninguna intención sexual puesta en ello, están posteriormente “más abiertos a hablar sobre la posibilidad de utilizarlos”. La idea es que no se sientan avergonzados, sino cómodos, al contrario de lo que sucede en muchos países. Recortar un papel en forma de mariposa y pegarlo en el envoltorio de un preservativo es una manera de perder el respeto al condón como objeto.

Halper comenta que siempre trabajan con organizaciones locales. Lo que hacen éstas, a menudo, es invitar a los adolescentes a jugar con los preservativos, que luego además se pueden llevar gratis. “En el futuro, aunque los tengan que comprar, ya estarán acostumbradosa ellos”, concluye la activista.

Además de la personalización de preservativos, The Condom Project ha puesto en marcha otros proyectos. Uno de ellos, denominado 30 segundos: una voz visual, consiste en que los jóvenes realicen vídeos de 30 segundos con el condón como protagonista. No hay diálogos, sólo música, y no tienen que tener un contenido sexual. “Al no tener diálogos, se pueden enseñar en todo el mundo”, comenta Halper. Se pueden ver en su web: ww.thecondomproject.org.

Noticias Relacionadas