Nuria Roca, presentadora del programa, y Paul Potts, ganador de la versión británica.

Este formato, importado a España tras pasar por otros diecisiete países, pretende descubrir gente con talento más allá de edades o disciplinas: lo importante es el arte que corra por sus venas. Ni siquiera importa que sean profesionales. Las propuestas que se ven en el concurso son de lo más variado –no sólo música– y en otros países lo han ganado ventrílocuos, bailarines o niños cantantes. De este modo, participaron aspirantes a estrella con edades desde 6 hasta 79 años, concursantes que igual juegan con fuego o se presentan “haciendo música” con sus llaves en un cenicero.

España está llena de talento

Este nuevo programa implica una decidida apuesta de la cadena por la chispa, el duende y las habilidades de los españoles. Cuatro ya había probado fortuna con Factor X, también presentado por Nuria Roca.

Curiosamente, esta misma cadena acaba de lanzar otro proceso de selección para un espacio de similares características, ¡A bailar!, cuyo objetivo es preparar y seleccionar a bailarines al estilo de Operación Triunfo, con clases y convivencias. Ese formato de reality es lo que no tendrá Tienes talento, que se ciñe a las actuaciones de los concursantes.

Entre todas las cadenas están consiguiendo que todo aquel personaje con el “sueño de triunfar” cuente con su oportuna plataforma de lanzamiento televisiva. La caravana de casting que ayer anunció Cuatro pretende convertirse en “un auténtico evento que agite y revolucione” las localidades por las que pase. En muchas de ellas ya estuvo este verano otra gira de pruebas de selección, la de El rey de la comedia.

Recién estrenado, este formato comparte con Tienes talento el mismo leitmotiv, pero orienta su búsqueda hacia la risa del espectador. Se suma a su vez a otro espacio de Cuatro, Supermodelo 2007, donde las concursantes han de mostrar esta vez sus capacidades sobre la pasarela.

Paul Potts, el ceniciento que cantaba a Puccini

Un hombre bajito, gordito y feo aparece sobre el escenario , ante los tres miembros del jurado, con andar inseguro y gesto de timidez. El clásico pobre hombre que vemos habitualmente en los resúmenes de castings de programas de talentos y cuya actuación no aporta más que la hilaridad de la audiencia. “¿A qué has venido, Paul?”, pregunta la jueza. “A cantar ópera”. “Preparémenos para las risas”, pensaron muchos. Poco minutos después, la audiencia se debatía entre secar sus lágrimas de emoción o aplaudir a rabiar. Acaba de interpretar el ‘Nessun dorma’, de Puccini, y nadie se pudo resistir a su encanto –el de Puccini, no sabemos si lo habrían escuchado antes–.

Paul Potts se presenta como el ejemplo de lo que se puede llegar a conseguir en ‘Tienes talento’. Un tímido vendedor de móviles galés emocionó a todo el Reino Unido con su voz, alzándose con la victoria final del concurso. Esta historia no le es nada ajena al público español, pues esa metamorfosis ante las cámaras ya se vio con Rosa, de ‘OT’. Ambos personajes comparten numerosos puntos en común. Un cuento de la Cenicienta con el mismo punto de partida. Un personaje nada agraciado físicamente que explota las bondades de su voz más allá de sus propias inseguridades, olvidadas sobre el escenario. Rosa disfrutó de la misma avalancha de apoyos que empujaron a Paul a ganar también el cariño de los suyos.