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Martes, 19 de Agosto de 2008

La OTAN no llega tan lejos como EEUU en sus mensajes a Moscú

No suspende ningún proyecto de cooperación, pero condiciona todo a la retirada de Georgia

Rusia marca el ritmo de su salida

DANIEL BASTEIRO ·19/08/2008 - 14:35h

La OTAN lanzó este martes un moderado mensaje de aviso a Rusia exigiéndole la retirada de su Ejército hasta sus posiciones anteriores al inicio de la guerra. El repliegue, pactado la semana pasada por el presidente de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, y el presidente ruso, Dimitri Medvédev, estaba previsto para el lunes. El Gobierno ruso ya ha comunicado que no se culminará hasta el próximo viernes.

Los 26 aliados acusaron a Rusia de no cumplir lo acordado y amenazaron con una revisión en los vínculos con este país, aunque sin concretar medidas más allá de un enfriamiento en las relaciones. El texto del comunicado conjunto contrasta con la beligerancia de EEUU hacia Moscú antes de la reunión. Tras ella, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, negó que quiera aislar a Rusia, pero aseguró que la OTAN no permitirá a los rusos trazar "una nueva línea que divida Europa" en su intento por "debilitar la democracia y soberanía georgiana".

La reacción rusa llegó poco después, de la mano de Dimitri Rogózin, embajador ante la OTAN. Acusó a la organización de usar "palabrería" e "improvisar" un comunicado que no refleja la opinión de todos los socios, sino sólo la de EEUU. Además, Rogózin aseguró que Rusia también replanteará su relación con la OTAN, en "el volumen, la calidad y frecuencia de las consultas". Los aliados tuvieron con Georgia un tímido gesto. Se creará una comisión OTAN-Georgia que compruebe que el Ejército georgiano se hace con el control de las zonas ahora ocupadas por Rusia.

Amigos y socios

Además, enviará un grupo de expertos para comprobar el estado de la zona devastada y restablecer los servicios básicos dañados por la guerra. Eso sí, la relación con los "amigos y socios georgianos"-tal y como los definió el secretario general, Jaap de Hoop Scheffer- no se reforzará con el anuncio de su integración, tantas veces reclamada por Tiflis como desaconsejada por Rusia.

La OTAN no quiso sobrepasar la línea roja que más preocupa a Moscú. Sigue en vigor la decisión de la cumbre de diciembre, en la que se dio un paso más de cara a la futura integración de Georgia en la Alianza Atlántica. La comisión conjunta OTAN-Georgia tampoco es un salto cualitativo. Desde hace años, Ucrania cuenta con la suya y aún está lejana la fecha de su integración.

Más observadores

En otro de los gestos enviados para contentar a Georgia, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha anunciado el envío de 20 observadores militares, que se sumarán a los ocho con los que ya contaba en la zona y a los que se podrían añadir hasta 80 más.

El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Ángel Lossada, no descartó el envío de tropas españolas y observadores a Osetia del Sur, siempre dentro de un despliegue que de momento no se vislumbra.

Tanto Condoleezza Rice como Sheffer rehusaron hablar de una fuerza de paz mientras Rusia no se repliegue. Para el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, "lo más importante ahora es que Rusia cumpla la palabra dada". Ante la insistente pregunta de los periodistas acerca de si se puede hablar de preguerra fría, Kouchner aseguró que "no estamos ante un escenario de esa clase, aunque haya aspectos que nos puedan recordar a ese tiempo".