Inmigrante, done sus órganos
La Organización Nacional de Trasplantes lanzará una campaña de concienciación para extranjeros en sus lenguas de origen
España sigue siendo un país modelo en lo que a donación de órganos se refiere. Cada año, se consiguen entre 33 y 35 donantes por millón de población (ppm), una de las mejores tasas del mundo.
Sin embargo, los responsables de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) pretenden mejorar las cifras y alcanzar los 40 donantes ppm.
Entre las medidas que se barajan para aumentar las tasas está el desarrollo de una campaña dirigida específicamente a la población inmigrante, que la ONT presentará en próximas fechas, aún por determinar.
Así lo anunció ayer el director del organismo, Rafael Matesanz, en la presentación del simposio Nuevos retos en la donación de órganos que se celebra hasta hoy en Madrid: "Hay que destacar la contribución que están haciendo los inmigrantes, un colectivo que supone el 10% de nuestros donantes".
La campaña de divulgación para este colectivo se desarrollará en sus lenguas de origen y se centrará en la donación de órganos de cadáveres y no en el fomento de trasplante entre vivos.
El Ministerio de Sanidad ya anunció el pasado año un plan específico para incrementar las donaciones entre los distintos colectivos de inmigrantes.
Donante vivo
La ONT considera que existen varios aspectos que se pueden reforzar para conseguir mejorar las tasas de trasplantes.
Uno de los más reseñables es el aumento de las donaciones entre vivos. Según explicó el experto del Hospital Clínic de Barcelona Antonio Alcaraz, hoy en día se realizan en España alrededor de 2.000 trasplantes de riñón para una lista de espera de 4.000: "No queremos caer en la autocomplaciencia, hay que seguir creciendo en donante cadáver y buscar otras vías de progresión, como el trasplante renal de donante vivo".
Aunque el número de estas intervenciones ha aumentado de manera espectacular en los últimos años, el porcentaje de trasplantes renales de vivo no supera el 7% de todos los realizados: "Vamos muy mal. En EEUU, los trasplantes de vivo suponen más de la mitad y en Europa, más del 15%, que es la cifra que queremos alcanzar aquí".
Para lograrlo, confía en una mayor implicación de los profesionales y en la difusión de las técnicas laparoscópicas en la retirada del órganos al donante.
Con este procedimiento, "se obtiene el riñón en perfectas condiciones con una incisión de tal sólo 6 centímetros y es una técnica menos invasiva, con recuperación más rápida". Su uso "se está distribuyendo por todo el país", afirmó.
El experto explicó que la ley es "profundamente garantista" contra la posible venta de órganos y que cada trasplante de vivo ha de ser autorizado por vía judicial y por los comités éticos de los hospitales.
EN PRIMERA PERSONA. "El riñón de mi mujer fue mi regalo de reyes en 2005"
Juan José Rodríguez requería de una diálisis (procedimiento para retirar los tóxicos de la sangre cuando los riñones no pueden hacerlo) desde el 23 de mayo de 2000.
En esa misma fecha, entró en lista de espera para ser uno de los beneficiarios de los más de 2.000 trasplantes renales de cadáver que se realizan en España cada año. "Desde el principio, mi mujer me decía que nos hiciéramos las pruebas de compatibilidad, pero yo prefería esperar. Lo normal es estar en lista de espera unos dos años, salvo excepciones como la mía".
Así, llegó el año 2005 y Juan José aún no había recibido el ansiado riñón. "El día de Reyes de 2005, mi mujer me dijo que ya no íbamos a esperar más; a los seis meses, nos dijeron que las pruebas eran correctas y que Andrea podía darme un riñón. Nos derivaron a la Fundación Jiménez Díaz, donde me sometí al trasplante".
Dos años después, la vida de Juan José ha cambiado "en un 200%". "He dejado de fumar y he bajado peso por respeto a mi mujer; a ella le estaré agradecido de por vida, que es precisamente lo que me ha regalado".
Ayer, Juan José viajó a Madrid para una nueva revisión. El trasplante, como ya sabía, sigue siendo un éxito.