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Jueves, 7 de Agosto de 2008

El Gobierno boliviano cree estar "al borde del golpe de Estado"

La presión de las regiones autonomistas hace tambalearse al Gobierno de Evo Morales que, aún así, parece que será ratificado el próximo domingo

PÚBLICO.ES/AGENCIAS ·07/08/2008 - 17:29h

 El Gobierno de Evo Morales advirtió hoy de que Bolivia está en el "umbral de un verdadero golpe de Estado contra el orden constitucional" para derrocarlo y atribuyó el plan a los gobernadores opositores de las regiones autonomistas.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, se refirió a ese presunto complot en declaraciones a la radio estatal Patria Nueva, desde la ciudad amazónica de Trinidad, en el departamento de Beni. El país pasa una situación convulsa en los últimos meses, después de las consultas independentistas de varias regiones. Este domingo habrá un referendo que aclarará la permanencia o la disoluión del Gobierno. 

Este miércoles, el rpesidente boliviano tuvo que suspender dos actos políticos en las ciudades opositoras de Santa Cruz (este) y Trinidad (noreste), en su cierre de campaña para el referendo de este domingo, en el que está su cargo en juego, informaron sus adherentes. Los vecinos opositores se apostaron en las puertas de ingreso del aeropuerto de la ciudad amazónica de Trinidad, al noreste de La Paz, para evitar el desplazamiento del presidente de origen indígena, que debía cerrar su campaña en esta región.

"Nuestro presidente no ha llegado por protegernos a nosotros, porque no quiere un enfrentamiento", afirmó la ministra de Desarrollo Rural, Susana Rivero -que la noche del miércoles había organizado la visita-, explicando que la decisión fue para evitar choques con grupos cívicos locales.

Sin capacidad de movimiento

Morales también sufrió similar percance horas previas en la ciudad de Santa Cruz (900 km al este de La Paz), feudo de la oposición de derecha, cuando organizaciones civiles se colocaron al ingreso del aeropuerto El Trompillo, donde debía inaugurar un campeonato callejero de fútbol. Estas dos visitas eran parte de su cierre de campaña para el referendo de este domingo.

El mandatario ya tuvo que soportar el martes el rechazo de organizaciones cívicas de la ciudad de Tarija (extremo sur de Bolivia), donde debía reunirse con sus pares Cristina Kirchner (Argentina) y Hugo Chávez (Venezuela), con quienes tenía que firman acuerdos de integración energética.

Tampoco pudo ir el miércoles a Sucre, donde debía dar su informe de gestión anual ante el Congreso, acto que fue finalmente cancelado. Desde hace meses los opositores bloquean las visitas del presidente a esa ciudad. En el referendum revocatorio del domingo, Morales, su vicepresidnte, y ocho prefectos -seis de ellos duros opositores- se someten a votación para determinar si permanecen o se van de sus cargos. Según las encuestas, el presidente será ratificado.

Evo habla de "dictadura civil"

Mientras, Morales llamó este jueves a los bolivianos a defender la democracia de Bolivia y alertó que las dictaduras militares de los 60 y 70 están siendo reemplazadas por "dictaduras civiles". "Lamento mucho que ahora que las dictaduras del 60 y 70 están siendo sustituidas por algunos grupos que toman aeropuertos", dijo el mandatario, durante los actos para celebrar el Día de las Fuerzas Armadas, que se realizaron en la ciudad de Cochabamba, donde tiene fuerte influencia en barrios marginales y zonas rurales, como la cocalera del Chapare, su cuna política.

En los actos militares de este jueves, se realizó la tradicional parada militar, que como el año pasado, estuvo acompañada de represntantes de pueblos indígenas de este país, la columna vertebral de apoyo al gobernante aymara.