Bush da un rapapolvo a Pekín a su llegada a China
El presidente estadounidense critica la violación de los Derechos Humanos por parte del Gobierno chino
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó este jueves por la noche a Pekín para asistir el viernes a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, tras mostrar su "profunda preocuación" sobre la situación de los derechos humanos en China. Bush llegó a la capital china proveniente de Tailandia, donde pronunció un discurso en el que destacó su "profunda preocupación sobre la libertad religiosa y los derechos humanos en China".
El dirigente estadounidense insistió en que sus críticas no estaban destinadas a "provocar el antagonismo" de China y manifestó su optimismo sobre el futuro de la nación más poblada del mundo. "Estados Unidos cree que el pueblo de China merece la libertad fundamental, que es el derecho natural de todos los seres humanos", afirmó. "Estados Unidos se opone enérgicamente a la detención de disidentes políticos, defensores de los derechos humanos y militantes religiosos en China", agregó.
"Nosotros pedimos una prensa libre, libertad de reunión y derechos laborales no para suscitar el antagonismo de las autoridades chinas, sino porque confiar mayores libertades a su pueblo es la única forma en que China podrá desarrollar plenamente su potencial", dijo.
Tras el discurso de Bush, las autoridades chinas expresaron el jueves su "enérgica oposición" a toda intervención en sus asuntos internos. "Nosotros nos oponemos enérgicamente a toda declaración o acción que intefiera en los asuntos internos de otro país en nombre de los derechos humanos o de la religión", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Qin Gang, en el sitio web de la cancillería.
Líder económico mundial con obligaciones
Los críticos del régimen chino habían pedido a Bush que boicoteara la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos por el historial de China en materia de derechos humanos. Estados Unidos ya protestó por la forma en que han sido tratados los activistas internacionales que presionan a China para que utilice su influencia sobre Sudán para poner fin al conflicto en Darfur.
La visa para entrar a China del ex campeón estadounidense Joey Cheek, medalla de oro en los Juegos de Invierno de Turín de 2006 en patinaje de velocidad, y militante por la causa de Darfur, fue revocada. "Nos molestó enterarnos de que los chinos le habían negado la visa", declaró el miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Bush defendió su decisión de asistir a estos Juegos, afirmando el miércoles durante su estadía en Seúl que él aplaudiría a los atletas norteamericanos, al tiempo que presentaría sus respetos a China. En su discurso, que fue difundido por la Casa Blanca un día antes, Bush también elogió el crecimiento económico de China, afirmando que este país constituye un enorme mercado para las exportaciones del mundo.
"China y Estados Unidos comparten importantes intereses económicos", afirmó Bush. El jefe de Estado norteamericano agregó que el crecimiento económico de China también impulsará el cambio en ese país. "Los jóvenes que crecen con la libertad de intercambiar bienes terminarán por exigir la libertad para intercambiar ideas, especialente en un internet sin limitaciones", dijo.
"El cambio llegará a China en sus propios términos y de acuerdo con su propia historia y sus tradiciones. Pero el cambio llegará", sostuvo Bush. Bush destacó que Estados Unidos y China cooperan en otras cuestiones importantes, incluyendo la desnuclearización de Corea del Norte. Mientras Pekín se prepara para demostrar su creciente influencia mundial con estos Juegos Olímpicos, Bush dijo que su país también presiona a China para que asuma mayores responsabilidades en las cuestiones internacionales.