El nacionalismo vasco hace frente común contra Zapatero
Los partidos del tripartito y Aralar pidieron al TC que levante la suspensión
Ayer, el nacionalismo vasco tomó Madrid en clave electoral. A primera hora de la mañana los cuatro partidos que apoyaron la ley de consulta (PNV, EA y EB y Aralar), menos EHAK, presentaban en el Tribunal Constitucional (TC) las alegaciones contra el recurso del Gobierno. Con las elecciones vascas a la vuelta de la esquina, los portavoces de los cuatro partidos aprovecharon la situación para centrar sus críticas en el líder del PSOE.
En el escrito, se solicita que se levante la suspensión e instan al tribunal a que falle antes del 15 de septiembre. El argumento jurídico: más allá de esa fecha, el daño será “irreparable”. Nueve páginas desgranaban parecidas razones a las que ya se han esgrimido otras veces desde Ajuria Enea. El abogado del Estado, por su parte, reclamó que se mantenga la suspensión hasta que llegue el fallo. Su escrito coincidía en la fecha límite: el 15 de septiembre.
Una hora después, la rueda de prensa sustituyó los razonamientos jurídicos por las razones políticas. Los ataques contra el presidente se sucedieron durante toda la rueda de prensa: “José Luis Rodríguez Zapatero busca la confrontación institucional y social”; “Zapatero ataca la esencia de la democracia”; “Zapatero (...) escuchó a ETA y (...) se niega a escuchar a la sociedad vasca”... Ninguno de los portavoces dio tregua.
La lehendakaritza en juego
Los sondeos obligan. El último euskobarómetro, de julio, reflejaba un ascenso socialista que amenaza con desalojar al lehendakari Ibarretxe de Ajuria Enea. Pese a que también presentó un recurso contra la ley, del PP apenas se acordaron. La cada vez más limitada influencia de los conservadores en Euskadi, les salvo de las críticas.
La cuatro formaciones trataron de dibujar un PSOE opuesto a los principios de la democracia. “No es la consulta lo que está en juego sino el derecho a participar en la vida pública”, repetían sus portavoces. Unai Ziarreta, presidente de EA, aseguró que el PSOE trata de volver a enterrar el “derecho a decidir” que las cuatro formaciones han situado en el centro del debate político. Ziarreta aprovechó para lanzar un ataque contra el candidato socialista, Patxi López. “Por eso es importante para Zapatero que el próximo lehendakari no sea nacionalista”, subrayó.
En la misma línea, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aseguró que la actitud de Zapatero “tiene que ver con la incomodidad del PSOE ante su estrategia electoral para las elecciones vascas”. Urkullu negó que la consulta tenga ninguna “consecuencia negativa” y aseguró que su único objetivo es “orientar” la posición de Gobierno y partidos.
Quizá el más contundente fue Javier Madrazo. El coordinador general de Ezker Batua, comparó a Zapatero y al Alto Tribunal con la Inquisición. “Actúan con la censura previa y la mordaza”, acusó. Madrazo negó toda confianza al TC: “Actúa como correa de transmisión del PSOE y el PP”. Tampoco Patxi Zabaleta se salió del guión. El coordinador de Aralar emplazó a todas las fuerzas políticas “legales o no legales” para defender “principios democráticos” que están “por encima de la leyes escritas”.
Desde Euskadi, el PSE apenas entró en la polémica judicial. Su portavoz, Rodolfo Ares sí respondió, sin embargo, a las críticas políticas. El tripartito vasco, subrayó, juega “al victimismo”.