Archivo de Público
Domingo, 4 de Noviembre de 2007

Donar un riñón no perjudica al corazón

Los donantes sólo deben tener cuidado con la hipertensión y con no ganar mucho peso para erradicar riesgos cardiovasculares.

ANTONIO GONZÁLEZ ·04/11/2007 - 20:55h

Los donantes vivos de riñón no se exponen a un mayor riesgo cardiovascular que las personas que conservan los dos órganos, según las conclusiones de un estudio presentado ayer en San Francisco (EEUU) en el marco de la 40ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Nefrología.

La investigación ha sido realizada por un equipo del Instituto de Investigación Sanitaria Lawson de Ontario (Canadá) sobre un amplio grupo de donantes (1.278) que fueron controlados durante una media de seis años. Los autores del estudio compararon las tasas de ataques de miocardio, ictus, angioplastia y cirugía de bypass de los donantes con los de un grupo de 6.369 individuos sanos.

Tras el seguimiento, comprobaron que sólo el 1,3% de los donantes habían muerto o sufrido un evento cardiovascular frente al 1,7% del grupo de control, lo que indica que no existen diferencias significativas.

Los mismos problemas

Estos datos corroboran que el donante de riñón no se expone a un riesgo adicional, ya que se trata de personas con una “salud perfecta”, según señala el presidente de la Sociedad Madrileña de Trasplantes, José María Morales. “Tienen los mismos problemas que la población general”, afirma este especialista.

A su juicio, los donantes sólo deben tener cuidado con la hipertensión y con no ganar mucho peso. Además, aconseja que acudan a su médico al menos una vez al año para someterse a una revisión de su estado de salud general.

La única diferencia reseñable era una tasa mayor de hipertensión entre los donantes de riñón (un 16% frente al 12% del resto) que los investigadores no se atreven a asociar por el momento al hecho de la donación. A su juicio, esta diferencia podría deberse a que los donantes, lógicamente, han sido controlados con mayor frecuencia por sus médicos de cabecera.

“Los donantes han tenido más oportunidades de ser diagnosticados de hipertensión”, señala el principal responsable del estudio, el profesor de Medicina de la Universidad de Ontario Oeste, Amit X. Garg.

El autor cree que ahora habrá que iniciar nuevos estudios para ver a qué se debe el pequeño incremento de la hipertensión entre donantes.

“El conocimiento de los riesgos potenciales asociados con la donación de riñón en vivo podría mejorar la selección de donantes y el diseño de las mejores prácticas para el manejo y cuidado de los donantes”, agrega.

Donación de cadáver

Por su parte, José María Morales destaca que la donación de riñón de vivo ha crecido en los últimos años en España, si bien advierte de que esta tendencia debe complementarse con la mejora de las tasas de donaciones procedentes de cadáveres.