Archivo de Público
Domingo, 4 de Noviembre de 2007

Las constructoras tiran hasta un 40% el precio en los AVE

Las empresas rozan la temeridad en muchas de las ofertas realizadas este año.

SUSANA R. ARENES ·04/11/2007 - 20:35h

El AVE, en el foco de la guerra de precios.

La competencia entre constructoras es tan encarnizada que cualquier contrato del Ministerio de Fomento desata una guerra de precios a la baja cada vez más exagerada. Las empresas han rozado las ofertas temerarias y han llegado a tirar los precios hasta un 40% para lograr obras del AVE en un año que acaba marcado por los socavones en Barcelona y algunos incidentes en la línea que llegará a Málaga.

Ofrecer rebajas del 30% sobre el presupuesto del ministerio se ha convertido en la tónica habitual en los tramos sacados a concurso este año y cuyas obras ya han comenzado. De hecho, los descuentos llegan incluso hasta un 44%, como denuncia la patronal Aerco. Y muchas de las ofertas rozan la temeridad, confirman fuentes del sector.

Como ejemplos de pujas a la baja, Acciona, propiedad de la familia Entrecanales, llegó a ofrecer una rebaja del 37% en el tramo La Alcoraya-Alicante (de 106 millones) del AVE de Levante. Ganaron el contrato Ploder, la décima constructora española, y Rover Alcisa, una de las medianas, que ofrecieron un precio un 35% inferior al presupuesto del ministerio.

En otro tramo de la línea a Francia, Corsán Corviam, de la séptima constructora, Isolux Corsán, pujó con una precio un 35% menor al de Fomento, y se lo adjudicaron a una oferta con un descuento del 31%. En un tercer contrato en un tramo de Granada, de 97 milllones, Sacyr ofreció un 33% de baja (en argot constructor) y lo ganaron Vera y Comsa, con una brecha del 29%.

En carreteras, sin embargo, las rebajas son algo menores. Así, el contrato de la autovía de Santander que se adjudicaron el mes pasado Dragados (de ACS) y Ascán, por 47 millones, presentaba una baja del 27%.

Ahorro y calidad de la obra

La guerra de precios viene de lejos y hasta hace poco sólo lo denunciaban las constructoras medianas, que tienen menos capacidad para tirar precios. Pero la situación ha llegado a tal punto que hace un par de meses, la patronal Seopan -que engloba a las grandes, como ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL- empezó a reclamar al ministerio una solución al problema.

¿Lograr una obra con un 30% de descuento no afecta a la calidad de la infraestructura que se va a construir? ¿De dónde sale ese ahorro? Fuentes de las constructoras aseguran que los socavones no tienen que ver con las rebajas de precios, ya que el sistema de modificado de precio final que existe les permite recuperar casi todo el dinero que han ofrecido de menos. Aunque no en todos los casos.

Un problema de difícil solución

A finales de 2005, los descuentos excesivos en las obras se acentuaron tras un 2004 con pocos concursos. Entonces, la rebaja media sobre el presupuesto del Ministerio de Fomento en ofertas para AVE rondaba el 20%.

Según las condiciones de los actuales concursos, una oferta roza la temeridad cuando es cuatro puntos menor que la rebaja media de todos los ofertantes. En ese caso, el ministerio pide informes y decide si es temeraria o no. Algunos directivos del sector creen que un aviso informal de Fomento a las empresas sería una de las soluciones.

Cambio sin resultado en las condiciones de los concursos

Las condiciones de los concursos de obras de ferrocarril cambiaron hace dos años con el objetivo, entre otros, de atajar las rebajas excesivas en los precios que ofrecían las constructoras. Pero el cambio no ha dado resultado, como constatan fuentes del sector.

En agosto de 2005, el Ministerio de Fomento decidió restringir el tope a partir del cual una oferta puede ser temeraria y lo bajó de diez puntos a cuatro con respecto al descuento medio realizado por todas las empresas que concurren a cada concurso. La medida fue aplaudida, sobre todo por las empresas medianas, que llevan años reclamando una solución. Pero, meses después, la guerra de precios se recrudeció.

El motivo de esta batalla está en que cada vez más constructoras compiten por los contratos y, también, en que es un sistema muy enquistado. "El problema es que las empresas conocen a sus competidoras y ya tienen muy estudiado cuánto tienen que afinar para presentar una rebaja que sea menor que las demás pero que tampoco entre de lleno en la temeridad", explica un directivo del sector.

Aunque ahora se abre una posible vía para modificar otra vez las condiciones de los concursos. La nueva ley de contratos públicos establece reglas que tendrán que incluirse en los pliegos de condiciones, lo que haría necesario un nuevo cambio. Esto puede moderar los descuentos excesivos en los futuros tramos de AVE.