"Soy un ilustrador al que le gusta aplicar el diseño a los objetos cotidianos"
Range Murata es un editor y diseñador japonés. Adora cualquier forma de creación y ha estado en España para acudir al Salón del Manga de Barcelona.

Puntual y sin hacer ruido. Así llega a la cita el ilustrador, diseñador y editor japonés Range Murata . Un poco afectado por el jet lag y ataviado con un sombrero negro, gafas y reloj del futuro creados por él mismo espera silencioso mientras el traductor explica el proceso del encuentro.
Está en España, en el XIII Salón del Manga de Barcelona , que se celebra en L´Hospitalet de Llobregat entre el 1 y el 4 de noviembre. Viene a presentar el segundo número de la antología Robot (Glénat ), una publicación que da color al clásico panorama en blanco y negro del manga japonés a través de las creaciones de diversos autores.
Él es el editor de estas obras, cuyas portadas son siempre una ilustración suya. En este volumen, la protagonista es una de sus características mujeres. Uno de los ángeles de Murata.
¿Cómo seleccionan a los autores que participan en Robot y qué significa ese nombre?
Básicamente es un libro en el que se reúnen obras de grandes dibujantes de Japón. Hay diversas vías de reunirlos, a través de la editorial o bien porque directamente son amigos míos. En lo que respecta al título, no lo seleccioné por ninguna motivación especial. Sólo me gusta cómo suena en japonés y, para el diseño, la palabra escrita es muy bonita.
"Mi época favorita para inspirarme es el periodo de entreguerras"
Usted no sólo se dedica a la ilustración, sino que también es diseñador industrial y de moda y editor. ¿Cómo se define exactamente?
Básicamente me defino como un ilustrador.
Sin embargo, usted estudió diseño industrial en la escuela de arte de Osaka, ¿cómo aplica esta formación a la creación de personajes de manga y anime?
Fundamentalmente uso los conocimientos de diseño industrial en la creación de máquinas y aparatos que salen en los animes, ya que no sólo dibujo a los personajes.
Pero sí crea personajes tanto para anime como para videojuegos, ¿qué diferencia hay a la hora de abordar estas dos facetas del diseño?
La diferencia entre el diseño de personajes para animación y para videojuegos, es que en animación tengo que pensar que otras personas tendrán que dibujar ese personaje, porque no hago todos los pasos de la animación, así que el diseño se hace con menos líneas y más sencillo. Pero en el caso de los videojuegos, sobre todo si son en tres dimensiones, basta con hacer los diseños una vez y luego puedo mover el personaje a mi antojo.
Algunos de sus personajes parecen tener características propias del pasado y del futuro al mismo tiempo. ¿En qué época se inspira para crear ese entorno?
Mi época favorita es el periodo de entreguerras, porque fue un periodo con mucha energía, en el que la gente se esforzó en la reconstrucción y en intentar cosas nuevas, aunque todo esto se perdió después, con la II Guerra Mundial. Pero durante esa época hubo unos movimientos muy interesantes y parte de mi inspiración está en este momento histórico.
"En el caso de las ilustraciones, mi estilo es una extensión del manga y, en el diseño, me inspiro en el art decó"
¿Cuáles son sus influencias tanto dentro como fuera del manga?
En el caso de las ilustraciones, mi estilo es una extensión del manga más tradicional que conocemos. Cuando era joven me gustaba mucho el estilo de manga gekiga, que es manga para adultos, y yo quería ir un poco más allá, es decir, conseguir personajes de estilo serio pero con más estilo. En cuanto al diseño, me inspiro en el art decó.
En 2001 comenzó a organizar exposiciones a partir del “manifiesto FA”. ¿En qué consiste este manifiesto?
Es un movimiento que consiste en crear cosas del día a día, como unas gafas, un reloj. Se trata de aplicar el diseño a cualquier objeto de la vida cotidiana.
¿Continúa inspirándose en él?
Sí, sigo trabajando en esta línea, es totalmente válida.
Su obra Futurhytm ganó el premio de la Asociación de Editores y en 2006 usted recibió el premio Seiun, en la categoría de artes plásticas. A pesar de este reconocimiento y de tener acceso a las grandes editoriales, usted continúa produciendo fanzines. ¿Por qué, qué le aportan este tipo de publicaciones?
A mí lo que me gusta es crear objetos. Considero los libros un objeto más, igual que unas gafas. La gracia de hacer fanzines y libros es que como los pago yo puedo hacer lo que quiero, desde el diseño hasta la encuadernación. Me parece muy interesante este tipo de actividad. Cuando trabajo con editoriales, ellas son las que tienen el control. Por eso combino ambas cosas.