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Sábado, 3 de Noviembre de 2007

Esauira se entrega a la fuerza de la actuación de El Lebrijano

EFE ·03/11/2007 - 05:13h

EFE - La fuerza de la actuación del cantaor Juan Peña "El Lebrijano" rindió hoy a un público que, congregado en la localidad marroquí de Esauira, respondió con efusividad y constantes aplausos a la combinación de ritmos árabes y flamencos regalados por el maestro. EFE/Archivo

La fuerza de la actuación del cantaor Juan Peña "El Lebrijano" rindió hoy a un público que, congregado en la localidad marroquí de Esauira, respondió con efusividad y constantes aplausos a la combinación de ritmos árabes y flamencos regalados por el maestro.

A lo largo de la velada se pudieron escuchar poemas musicados de Federico García Lorca, bulerías y canciones como "Granada" o "Lágrimas de cera", tema que este nacido en Lebrija en 1941 y considerado como el mayor heredero moderno de la tradición andalusí escribió en memoria de la guerra de Bosnia.

Junto a él brillaron también el violinista tangerino Faical y el resto del conjunto, compuesto por el también marroquí Redouan Kourrich a las voces y el piano, el guitarrista Pedro María Peña, los percusionistas Youssef Bou-oud y Agustín Henke, y los palmeros Juan Reina y Sergio Romero "Morenito de Coria".

Su voz y la de Kourrich intercalaron sin estridencias textos en castellano y en árabe, como perfecto ejemplo de la fusión que El Lebrijano lleva trabajando desde los años ochenta y que ha logrado combinar la ortodoxia del flamenco andaluz con ritmos como los magrebíes y los búlgaros.

El ahijado de La Niña de los Peines dedicó su actuación al ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, al embajador de España en Marruecos, Luis Planas, y al consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías, que se encontraban en el público, al que también agradeció su presencia.

Todos ellos fueron testigos de una noche en la que con la alegría de "Jibuli" el cantaor cerró una actuación donde se notó su disfrute del cante y de la música, sentimiento que supo transmitir a un público que se puso en pie y que con una ovación cerrada despidió al maestro de Lebrija.