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Lunes, 30 de Junio de 2008

Colón se tiñó de rojo para celebrar el triunfo en la Eurocopa

Después de tomar Viena, la roja tomó Colón. Los jugadores celebraron por todo lo alto la victoria en el europeo a su llegada a la plaza madrileña donde ofrecieron el título a toda España. Luis destacó la calidad del equipo y reina se convirtió en el gran protagonista de la noche coreando uno a uno el nombre de sus compañeros

Europa se rinde a los pies de España | Luis deja su huella en la selección | La roja, grande de Europa | Viena, capital adoptiva de España | Löw: "España mereció la victoria, estuvieron excelentes"El fútbol español ya tiene color | Casillas: "Es un sueño hecho realidad" 

Fiesta en Viena  |  ¡Somos Campeones!  |  Celebraciones

PÚBLICO.ES ·30/06/2008 - 20:23h

 Ya se han cumplido todas las etapas desde que la selección española de fútbol derrotará a Alemania este domingo en Viena y se proclamara campeón de la Eurocopa. Celebración en el campo, celebración en el vestuario, más fiesta en el avión que los llevó de regreso a Neustfit, cánticos en el avión de vuelta a Madrid y, al fin, llegada a la plaza de Colón.

Los jugadores han celebrado a lo grande la victoria en el europeo después de un recorrido impresionante por las calles de Madrid.

"El mejor equipo del mundo" 

"Si sé gestionar esta calidad que tengo aquí es imposible que no ganemos porque tengo el mejor equipo del mundo". Así habló Luis Aragonés subido al escenario preparado para acoger la celebración de los jugadores de la selección. Entonces cogió el micro Iker Casillas, que presentó al  verdadero protagonista de la final de Viena, Fernando Torres. El niño, tímido como es él, se limitó a darle las gracias a todos los aficionados, lo mismo que Cesc, que tuvo que aguantar los vaciles de Iker por llevar la camiseta remangada.

Entonces, Pepe Reina, el portero del Liverpool, se hizo con el micro para provocar el delirio de Colón. El 23 fue presentando uno a uno a sus compañeros cantando el número, dedicando una frase a cada uno y terminando con "el mítico....". La plaza respondió perfectamente al improvisado presentador de la celebración de la roja.

Tras la delirante actuación de Reina, los jugadores fueron pasando uno a uno agradeciéndoles a los españoles su apoyo durante la Eurocopa. 

La copa está aquí y es nuestra. Nuestro jugadores, los héroes. Nuestra afición, la mejor. Y se acabaron los complejos. 

Un recorrido de alfombra roja 

Nada más aterrizar en Madrid a las 19.30 horas, Iker y Luis le brindaron el trofeo a la afición. "Para todos vosotros", fueron las primeras palabras de Casillas a las cámaras de Cuatro, mientras sostenía la copa.

Por su parte, Aragonés dijo: "Es una copa conseguida gracias a una labor importantísima de los jugadores y el cuerpo técnico y que estén lo contentos que esté yo ahora mismo".

Una vez en la pista de Barajas, los jugadores posaron con la copa para los medios y fueron subiendo uno a uno al autobús descapotable que los llevaría a la plaza madrileña donde se han celebrado todas las victorias de la Roja durante el europeo: Colón.

En su recorrido, los futbolistas fueron escoltados por miles de seguidores que, agolpados en los arcenes o subidos a los puentes de la carretera, no paraban de gritar a los campeones. Y sí, somos campeones, aunque nadie creía en nosotros, los 23 héroes de Viena, guiados por el magistral Luis Aragonés, rompieron el maleficio de varias generaciones.

El autobús continuó su recorrido escoltado por seis furgones de Policía y un centenar de motocicletas de aficionados pertrechados con banderas detrás de ellos. Mientras, en Colón, la locura se desataba por momentos. Tantos minutos de sufrimiento, los penaltis contra Italia, la goleada a Rusia y la lesión de Villa. Tantas lágrimas, tuvieron por fin su recompensa. La selección llegaba a casa con la copa.


Por las calles de Madrid

La Roja tuvo su primer contacto real con la capital en Avenida de América, allí miles de personas se agolpaban en el intercambiador para ver los primeros a los campeones de Europa. Los jugadores, desde el autobús, se refrescaban con cervezas, ondeaban banderas, grababan con los móviles, se hacían fotos y, cómo no, saludaban a los aficionados. No paraban de cantar y celebrar con todo el mundo que se cruzaba a su paso.

A partir de allí la expedición tuvo que reducir la marcha por la cantidad de gente que se agolpaba a los lados. Varios aficionados acompañaron corriendo a los lados del autobús, a la vez que se incrementaban los efectivos policiales que escoltaban a los jugadores.

Pero lo mejor estaba por llegar, la entrada en la Castellana por la plaza de Emilio Castelar fue impresionante. Imposible contar cuánta gente esperaba a la selección para acompañarles en la recta final hasta Colón. Los gritos de la gente provocaron los botes del seleccionador, la primera muestra real de felicidad que Luis hace después de la final. Aragonés, que se irá a Turquía en septiembre, debe estar viviendo esta experiencia, sin duda, de una manera especial.

El convoy de la selección estaba casi parado a las 21.10 horas por la aglomeración de gente que había pasado el Bernabéu.