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Miércoles, 25 de Junio de 2008

Pekín bate el récord olímpico de restricciones

Las dificultades para obtener un visado, Tíbet y el terremoto causan un descenso en el número de turistas extranjeros.

ANDREA RODÉS ·25/06/2008 - 21:02h

Algunos viajeros se van a sentir muy solos en Pekín.

Con los Juegos Olímpicos de agosto a la vuelta de la esquina, China decidió ayer volver a abrir el Tíbet a los turistas extranjeros. La decisión es una buena noticia para el sector turístico, que ha notado una disminución de los viajes a China en los últimos dos meses de este año.

El número de turistas en Pekín y Shanghai desde enero de 2008 ha sido entre un 15% y un 20% inferior al año pasado, según cifras del Gobierno. China ha perdido parte de su atractivo turístico a causa de la represión en Tíbet o el mortífero terremoto de Sichuan, que ha obligado a cerrar zonas turísticas de montaña y las conocidas reservas de osos panda.

En Pekín, punto de partida de la mayoría de los viajes organizados por China, el número de turistas extranjeros cayó en mayo un 14%, y las reservas en hoteles de cuatro y cinco estrellas para agosto aún no alcanzan el 45% ni el 80% de ocupación, respectivamente.

El optimismo generado con los JJOO ha disparado la oferta hotelera de Pekín y algunos dudan de que sea rentable. En Guomao, corazón del nuevo distrito financiero de Pekín, en menos de un año se han inaugurado cinco hoteles de lujo en un radio de dos kilómetros cuadrados.

La crisis económica y la debilidad del dólar con respecto al yuan también han afectado el turismo en China, sobre todo norteamericano.

Y las nuevas trabas para conseguir visados de turista con la excusa de la seguridad tampoco facilitan las cosas. Hoy, para conseguir un visado de turista para China con validez de un mes es necesario presentar una reserva de hotel confirmada y un billete de regreso. Los turistas que viajen por libre o deseen alojarse en casa de algún conocido deben presentar al Consulado chino de su ciudad los papeles de residencia y el contrato de alquiler de piso de su anfitrión.

Pekín ya advirtió a principios de este mes que estar en posesión de una entrada para los JJOO no será una garantía suficiente para poderentrar en el país.

Los empresarios también están sufriendo restricciones para obtener visados de negocios y alargar sus estancias de trabajo en China.

"Esta semana tengo una fiesta de despedida cada noche", explica Ylenia, una joven italiana, residente en Pekín. Hace cinco años que vive y trabaja en China con un visado de negocios, pero éste le caduca en agosto y no podrá renovarlo.

"Intentaré volver cuando acaben los JJOO, que pasarán a la historia por batir el record olímpico de las restricciones", se lamenta Ylenia.

"Si no tuviera que trabajar, me iría de Pekín durante los Juegos", dice Liang Shang, profesora de chino, de 33 años. Liang se lamentaba ayer de que una de sus amigas pequinesas, que vive en Canadá, no ha podido obtener el visado para visitar a su familia este verano.

Disfrute de la hospitalidad de un Estado policial

El pánico del Gobierno chino a que se produzcan disturbios y revueltas durante los Juegos Olímpicos han llegado al extremo de la "paranoia", dice Gilbert van Kerckhove, asesor del comité olímpico organizador (BOCOG), al diario ‘Christian Science Monitor'.

Durante el último mes, miles de trabajadores y estudiantes sin residencia en la capital han sido obligados a abandonar la ciudad.Han aumentado los registros de policía en las zonas donde viven los residentes extranjeros, así como las redadas a la búsqueda de drogas. Se ha ordenado el cierre de bares de ocio nocturno, y muchas fiestas y conciertos al aire libre han quedado cancelados.

"Pekín se va a convertir en una ciudad policial. No habrá diversión... porque todo estará controlado", opina Van Kerckhovev.