El 4,2% de los jugadores patológicos en Andalucía tiene entre 16 y 18 años

EFE - El 4,2 por ciento de los 130.000 jugadores patológicos que hay en Andalucía son jóvenes de entre 16 y 18 años, según se ha puesto hoy de manifiesto en el XVII Congreso de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (FAJER).
El 4,2 por ciento de los 130.000 jugadores patológicos que hay en Andalucía son jóvenes de entre 16 y 18 años, según se ha puesto hoy de manifiesto en el XVII Congreso de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (FAJER) que se celebra en Granada con la participación de 250 asistentes.
Según los últimos datos que maneja FAJER, hay contabilizados en la comunidad otros 350.000 jugadores patológicos en progresión adictiva, unas cifras que su presidente, Juan Luis Suárez, ha considerado "muy serias".
Sin embargo, para Suárez, "lo más serio" es que el 4,2 por ciento de los jugadores patológicos son jóvenes de entre 16 y 18 años, segmento de la población en el que la asociación está haciendo más hincapié últimamente con campañas de prevención y de divulgación dirigidas a ellos.
Granada, con 11.000 jugadores patológicos y 21.000 en progresión adictiva -el 6,6 por ciento de la población- es la provincia andaluza con mayor índice de jugadores en proceso de adicción.
Actualmente, las distintas sedes provinciales de FAJER acogen a unos 3.000 pacientes en tratamiento, ha explicado su presidente, quien ha precisado que el 98 por ciento de los que concluyen el tratamiento no vuelven a recaer.
Por otro lado, el 60 por ciento de los ludópatas que llegan a las distintas asociaciones para rehabilitarse continúan hasta el final con el tratamiento, mientras que el 40 por ciento restante lo abandona en los dos primeros meses.
Junto a la rehabilitación, una de las principales preocupaciones de FAJER es evitar que los niveles de ludopatía aumenten.
En este sentido, Suárez ha mostrado su preocupación por la aparición de nuevas adicciones a videojuegos, Internet, consolas, o a líneas 806.
Según el presidente de FAJER, la "intimidad" que da un ordenador en un dormitorio o en una sala genera "una gran adicción" que en principio puede pasar inadvertida, un fenómeno en cuya erradicación la asociación trabaja intensamente en los últimos tiempos mediante programas de prevención.
Suárez ha advertido de que los videojuegos suponen un "campo de entrenamiento" desde el que posteriormente es muy fácil caer en una dependencia a juegos de azar, con apuesta de dinero, algo que sucede "cuando el videojuego deja de dar al chaval las sensaciones que en un principio le producía".
El juego se vuelve una adicción cuando se participa en él "no para ganar dinero o para pasar el tiempo, sino para sentirse bien", ha apuntado Suárez, quien ha explicado que un jugador patológico que no ha jugado en todo el día "cuando llega casa no puede dormir, tiene pesadillas, está malhumorado" porque no ha podido satisfacer su adicción.