Archivo de Público
Viernes, 2 de Noviembre de 2007

Marruecos llama a consultas a su embajador en España por un "período indeterminado"

El Gobierno enmarca la visita de los monarcas en la "normalidad institucional" y Rabat critica que viajen a las "ciudades marroquíes expoliadas

AGENCIAS ·02/11/2007 - 22:10h

El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos (d), y el ministro de Exteriores y Cooperación marroquí, Taieb Fassi-Fihri. EFE

En vez de mitigarse, la polémica derivada de la próxima visita de los reyes a Ceuta y Melilla se comploica por momentos.

En un golpe de mano inesperado, Marruecos ha decidido llamar a consultas a su embajador en España "por un período indeterminado". Tras conocer la decisión, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha descartado desde Madrid tomar "una medida similar".

"Una iniciativa reprochable"

Ya este jueves, el gobierno marroquí expresó su "vivo rechazo y neta reprobación" por la "iniciativa reprochable, cualesqiera que sean los motivos y objetivos"de los monarcas en su visita a las "ciudades marroquíes expoliadas" de Ceuta y Melilla.

Rabat reclama a las dos ciudades como suyas por estar en el norte de África.

En la nota oficial se deja claro que la decisión del Gobierno marroquí, que preside Abás El Fassi, del partido nacionalista Istiqlal, se toma "después de muy altas instrucciones de Su Majestad el Rey Mohamed VI".

El portavoz del Gobierno norteafricano, Jalid Naciri, ha señalado que en este momento "la pelota está en el campo de España".

Además, ha subrayado que esta decisión se ha tomado tras cerciorarse de que el comunicado difundido ayer por Marruecos, en el que su Ejecutivo lamentaba y rechazaba la visita de los Reyes, "no ha tenido ningún eco en la postura de España".

"Normalidad institucional" 

El rey Juan Carlos y la reina Sofía visitarán las dos ciudades autónomas el lunes y el martes dentro de la "normalidad institucional" y satisfaciendo las demandas de la población local, según ha subrayado hoy la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

El Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, también ha mantenido que las relaciones entre ambos países son y seguirán siendo buenas.

Rubalcaba ha señalado a los periodistas que la llamada a consultas del embajador marroquí no es un gesto que el Gobierno español pueda compartir en modo alguno.

En cuanto a la seguridad de las ciudades autónomas durante la visita de los Reyes los próximos lunes y martes, ha asegurado que "está garantizada, esté o no el Rey".

Apoyo institucional

Por parte del PSOE, la secretaria de Relaciones Internacionales del partido, Elena Valenciano, ha coincidido con el Ejecutivo al situar el viaje de don Juan Carlos y doña Sofía dentro de la "absoluta normalidad institucional", aunque ha recordado que "las decisiones sobre las visitas oficiales de los Reyes a las ciudades españolas se deciden en España".

El secretario general del PP, Ángel Acebes, ha expresado desde Barcelona su respaldo a la visita de los Reyes a dos ciudades "tan españolas" y ha compartido su "satisfacción" porque ésta se produzca. Menos apoyo recibe el Gobierno, al que Gustavo de Arístegui ha acusado de provocar la "crisis" por su falta de sinceridad con Marruecos.

El líder de IU, Gaspar Llamazares, durante una rueda de prensa en el Congreso, ha considerado que la inclusión de Ceuta y Melilla en la agenda de los Reyes "no debería asombrar, ni provocar ningún tipo de reacción del Gobierno marroquí", tras lo que ha añadido que se trata de un hecho "lógico y natural".

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha criticado la reacción del gobierno marroquí y ha asegurado que, en ningún caso, no iba a empañar la visita de los monarcas, para la que se prepara un reconocimiento masivo de la población.

Relaciones delicadas

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ya molestó al país norteafricano en 2006 con la primera visita oficial de un jefe de Gobierno español a Ceuta y Melilla desde 1981.

Los dos territorios son las únicas ciudades españolas que el rey nunca ha visitado de manera oficial y lo inusual de las visitas de alto nivel prueba el temor de Madrid a inflamar las tensiones con Marruecos.