La violencia en Somalia provoca 88.000 desplazados en tres días
El éxodo masivo en Somalia continúa. Desde principios de año, casi medio millón de personas han huido de sus hogares a causa de los combates entre las milicias islámicas y las fuerzas gubernamentales. Desde el pasado fin de semana, 88.000 somalíes se han visto forzados a abandonar sus hogares.
Los combates entre las fuerzas leales al Gobierno somalí y las milicias islamistas en Mogadiscio han hecho huir de sus hogares a 88.000 personas, que se han desplazado a barrios más seguros de la capital o bien la han abandonado, informaron fuentes de Naciones Unidas en este país del Cuerno de África.
En un comunicado conjunto de 39 agencias de ayuda de la organización internacional, estos organismos expresan su incapacidad de dar respuesta a la "catástrofe humana" en aumento en este país sumido en el caos desde 1991.
Estos casi noventa mil desplazados se sumarán ahora a las 400.000 personas que desde el mes de enero de este año han huido de las ciudades costeras del país. El número exacto de muertos entre la población civil no se conoce, pero según Naciones Unidas se eleva a varios centenares.
La mayoría de los desplazados aún no han podido volver a sus casas.
Según un empleado del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en la capital somalí se pueden ver a grupos de personas "manifestándose espontáneamente para pedir ayuda de la comunidad internacional". Estas personas se preguntaban también en voz alta cuánto tiempo continuará la destrucción de Mogadiscio.
Los trabajadores de estas agencias de ayuda sostienen que no se está dando a la crisis en Somalia la atención que merece.
Otros conflictos internacionales, como la crisis de Darfur, en Sudán, así como la ausencia de corresponsales de medios de comunicación extranjeros- que abandonaron el país a causa de su inseguridad- contribuyen a eclipsar el alcance de esta crisis.
Demasiado sufrimiento
El éxodo de refugiados de Mogadiscio está siendo el peor desde que en 1991 comenzara la guerra que derrocó al dictador Mohamed Siad Barré.
Según ACNUR, Aproximadamente 46.000 personas acampan en la carretera que une Mogadiscio con la ciudad de Afgoye, situada más al este.
"Familias enteras se hacinan en casuchas diminutas", dijo un empleado de esta agencia, que explicó que quienes llegaron el pasado fin de semana "esperaban volver a sus casas en cuestión de días, pero cuando vieron a sus parientes que llevan meses aquí, perdieron la esperanza".
El coordinador de Naciones Unidas en Somalia, Christian Balslev-Olensen, elevó además a un centenar de personas los heridos este fin de semana, que se añaden a los 3.400 que se han contabilizado desde el mes de enero.
"Los combates han desplazado ya a unas 450.000 personas, con lo que la cifra total de desplazados en este país es de más de 800.000", dijo el coordinador.
Somalia no tiene un Gobierno con poder efectivo sobre todo el país desde que un grupo de señores de la guerra derrocó la dictadura de Mohamed Siad Barré en 1991.
En 2004, las Naciones Unidas contribuyeron a poner en marcha un Gobierno para este país, que nunca ha logrado afianzar totalmente su autoridad fuera de su sede, la ciudad de Baidoa, a unos 250 kilómetros al noreste de Mogadiscio.
El Gobierno somalí, apoyado por tropas etíopes desde finales del pasado año, intenta recuperar el control de la capital y de ahí los combates con las milicias islámicas que han provocado cientos de miles de desplazados.
Etiopía, cuyo Ejecutivo es mayoritariamente cristiano, apoya al Gobierno somalí para intentar detener las ansias expansionistas de las milicias islámicas este país, que sueñan con tomar el poder e instaurar posteriormente una "Gran Somalia" que comprendería parte del territorio de Etiopía y Kenia.